viernes, 11 de abril de 2014

LA SANGRE DE LOS ELFOS de Andrzej Sapkowski.



Autopsias literarias del Dr. Motosierra presenta:

LA SANGRE DE LOS ELFOS de Andrzej Sapkowski.

En verdad os digo que se acerca el tiempo de la espada y el hacha, la época de la tormenta salvaje. Se acerca el Tiempo del Invierno Blanco y de la Luz Blanca. El Tiempo de la Locura y el Tiempo del Odio, el Tiempo del Fin. El mundo morirá entre la escarcha y resucitará de nuevo junto con el nuevo sol. Resucitará de entre la Antigua Sangre, de Hen Ichaer, de la semilla sembrada. De la semilla que no germina sino que estalla en llamas. ¡Así será! ¡Contemplad las señales! Qué señales sean, yo os diré: primero se derramará sobre la tierra la sangre de los Aen Seidhe, la Sangre de los Elfos...

Tengo que reconocer que en un principio, cuando terminé de leer EL ULTIMO DESEO, me costó entender como Andrzej Sapkowski se había forjado ese éxito que todos aclamaban a voces dentro del género fantástico. Si, la historia era curiosa, los personajes tenían un aquel que los hacia atractivos, pese que a veces se descubrían demasiado planos. Sin embargo, mi primera sorpresa fue descubrir que la estructura del libro se dividía en historias cortas, en general mas repetitivas que los capítulos de House: Monstruo asqueroso aparece, héroe aparece, héroe mata a monstruo o héroe perdona a monstruo porque en el fondo es bueno.

La segunda entrega de las aventuras de Geralt de Rivia, LA ESPADA DEL DESTINO mas o menos repetía la misma formula de dividirse en relatos cortos. Sin embargo, en ella empezábamos a descubrir a personajes que en su primera entrega apenas se hacían mención y que ahora, para alegría propia empezaban a tomar mas protagonismo.

LA SANGRE DE LOS ELFOS es el tercer volumen de la saga, y donde realmente empiezo a darme cuenta de la complejidad del universo creado por Sapkowski y el por qué de su fama.
Lo primero que llama la atención es su estructura. Atrás queda el recopilar relatos cortos y construir un libro con ellos. Ahora la novela se compone de una historia principal, con sus subtramas, sus orígenes y su desenlace abierto para las próximas entregas. Seremos testigos de los primeros movimientos estratégicos hacia una guerra inminente, contemplaremos los primeros pasos de la elegida por el destino Ciri para convertirse en hechicera y como Geralt tiene algún tipo de malsana costumbre en eso de hacer enemigos.

Asimismo, somos testigos de como personajes secundarios que antes solo aparecían acompañando al brujo protagonista empiezan a cobrar mas fuerza, no solo teniendo capítulos propio, sino incluso relegando a Geralt a un segundo plano, lo que nos ayuda a profundizar mas en el pasado y presente de personajes como Ciri, Yennefer o, uno de mis favoritos, el poeta Jaskier.

Pero esto es una espada de doble filo, puesto que si algo ha sido sacrificado a cambio de ahondar en estos personajes, eso es la acción. Apenas seremos testigos de dos o tres secuencias de importancia donde la voz de las espadas se oirá mas alto que todo lo demás, y por cierto, parece ser que en la figura Geralt de Rivia encontramos a otro personaje con síndrome de John Mclane, vamos, que a los cinco minutos de su aparición ya está hecho un zisco y sangrando por todos los poros de su piel.

Lo que si vamos a encontrar en LA SANGRE DE LOS ELFOS sin duda es dialogo. mucho, muchísimo, a veces hasta el punto de resultar cargante e incluso lioso a causa de que el autor a veces no especifique quien dice qué cuando hay mas de dos personajes hablando. Aunque he de reconocer que los ocasionales toques de humor que dota Sapkowski a sus narraciones son, cuanto menos dignas de mención.

Así pues, estamos ante la que es la entrega mas aburrida de lo que llevo de saga en cuanto a la acción que uno espera en una novela de fantasía pura y dura, pero que sin embargo posee esa personalidad, esa luz atrayente que te hace querer seguir leyendo mas sobre las aventuras del brujo de cabellos blancos, Y yo, por supuesto, no le voy a decepcionar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario