lunes, 20 de octubre de 2014

Reseña: LOS ÚLTIMOS de Juan Carlos Márquez.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

 LOS ÚLTIMOS de Juan Carlos Márquez.

Un grupo de supervivientes vaga por una Tierra devastada, eludiendo una misteriosa amenaza, hasta encontrar refugio en las ruinas de Disney World. Y, como corresponde tras un Apocalipsis, lo que sigue es un nuevo Génesis. Pero esta vez Adán y Eva no están solos. En las páginas de Los últimos el lector encontrará mutaciones, canibalismo, persecuciones y viajes espaciales; también unos personajes que intentan preservar su humanidad en un marco extremadamente hostil, lleno de privaciones, duelos y penalidades. Desde la original revisión de premisas arraigadas en el centro de nuestra tradición narrativa, y transitando referencias no menos evidentes a las series de televisión, el cómic y los videojuegos, Márquez resuelve una novela sorprendente y singular.

Todos hemos visto que el mundo de los futuros apocalípticos ofrecen innumerables posibilidades. Desde plagas de zombis, inundaciones, sequías, invasiones extraterrestres... Vamos, que es facil autoconvencerse de que uno ya esta curado de espanto...

Hasta que te topas con un título como LOS ÚLTIMOS.

Juan Carlos Márquez ha creado una novela de esa que terminas sin saber realmente si la odias o la amas, capaz de llenarte la mente y espíritu de sentidos contradictorios y duelos existenciales, de decir "¿Que mierda es esta?" para, diez segundos mas tarde pensar "Este tío es un puto genio".

LOS ÚLTIMOS nos traslada a un futuro incierto en el que el Sol explota creando una gran llamarada que calcina todo ser vivo que encuentra a su paso y consume todo el oxigeno del planeta Tierra. Solo unos pocos logran sobrevivir a ese gran estallido y, mascara de oxigeno en mano y boca deciden que aun no ha acabado todo para ellos, pese a tener que enfrentarse a mutantes, hambre, sed, desesperanza y, sobretodo, al mismo planeta que les vio nacer.

Diréis "joder, que típico, que previsible, que poca originalidad..." Pues si, no os lo voy a negar, No solo la trama es de lo mas típica, sino que el desarrollo resulta, a medida que vamos avanzando en la historia, harto inverosímil y lleno de escenas de esas que solo resultarían lógicas en una maratón de Hanna Barbera.

Lo jodido... lo realmente impresionante es como, pese al desfase argumental de LOS ÚLTIMOS, la novela ha conseguido plantar una sensación de congoja, incomodidad y tristeza que hacía muchísimo tiempo que no conseguía otra obra. No deja de ser una historia de supervivencia en situación limite, sin embargo, su forma de ser contada, su crudeza en muchas ocasiones y esa sensación de que realmente no sabes que les va a pasar a los protagonistas, por donde van a ir los tiros, hacen de ésta, una lectura que, aunque suene a tópico, no dejara indiferente a nadie.

A ello ayuda también el estilo de la novela. Narrada como un diario escrito de manera atropellada y con prisas (No hay puntos y aparte), donde apenas se nos da a conocer a los personajes, sino que nos dirige directamente a la acción y a las circunstancias que les rodea,  y de capítulos muy cortos (Sin realmente una continuidad cronológica, sino haciendo que las cosas importantes te salten por sorpresa a la cara), hacen que estos parezcan mas bien una colección de microrrelatos que se podrían leer de manera independiente al resto y aun así mantener una coherencia. Todo esto lleva también a que cuando quieras darte cuenta, habrás devorado el libro en una sola tacada, aunque no lo recomiendo... ni el Almax te va a quitar el malestar que deja esta historia.

Entre el realismo mas crudo y la fantasía mas absurda, LOS ÚLTIMOS de Juan Carlos Márquez es una de las historias mas raras e inverosímiles que he tenido el placer de leer. Y si, digo placer, porque si me tengo que decantar entre odiarla o amarla, podría decir que es un pequeño diamante en bruto, pero que os gustará mantener lejos de vuestros amigos... por eso de mantenerlos y tal.

2 comentarios:

  1. Jajaja, un "La carretera" reloaded, claro, claro. Qué pena da este tío, de verdad.

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    1. Táchame de ignorante si quieres, pero no he entendido tu comentario, ni lo que querías decir, ni a quién o a qué va dirigido... Por cierto, ataques a los libros, los que queráis. A las personas o autores no tolero ni uno.

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