martes, 19 de enero de 2016

Reseña: RENEGADO de J.L.F. Caronte



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

RENEGADO de J.L.F. Caronte

Existe una dimensión denominada Génesis donde ángeles y demonios se enfrentan, crean sus guerras y labran alianzas secretas, sin saber realmente que sus actos rinden un objetivo mucho mayor. Según escribe el barquero Caronte, que se presenta como escriba de la saga.

Se habla de una época definitiva que ya ha llegado, que de forma inescrutable da comienzo con el peregrinaje de dos figuras que en un principio apenas cobran significado, y su sentido se oculta entre la confusión de un nuevo cambio cíclico de proporciones apocalípticas.

La historia se centra en un viaje a través del infierno, movido por el deseo de Niyara, un ángel desterrado del cielo, cuyo objetivo es el de encontrar una fuente denominada: La Fuente del Perdón, donde se supone que podrá hallar la clave para ser perdonada y regresar al cielo, purificada tras el sacrificio exigido que constituye el entero recorrido del infierno, también denominado infierno superior o infierno de los ángeles. En su caída dará con Issael, un ángel olvidado, que la ayudará a combatir las hostilidades del nuevo entorno al que se enfrenta, y finalmente se convertirá en su acompañante y guía mientras avanzan en su aventura a través de una tierra cruel que les espera y desafía, plagada de enemigos e inesperados aliados.

Antes de nada, me gustaría hacer constancia de una pequeña reflexión o llamada de atención, como queráis llamarlo.

Siempre he sido un negado. Lo reconozco. Desde que tengo memoria soy consciente de que siempre he empezado las cosas con mucha ilusión para, con el paso del tiempo (usualmente poco) ir abandonándolo por perdida de interés o falta de tiempo. Sin embargo soy el primer sorprendido al comprobar como este blog se mantiene vivito y coleando, sin apenas retrasos de actualización (solo cuando el libro es de una extensión destacable, recordad que aquí el doctor trabaja aún solo) y sumando reseña tras reseña hasta alcanzar con esta la cantidad de 199 en menos de dos años. Si, claro, reconozco que en este tiempo ha habido de todo, alegrías, sorpresas, broncas, presión autoinflingida, e incluso lo que nunca esperaba en los primeros días de existencia del blog; que autores se interesen en que lea y opine sobre sus obras, e incluso ofreciéndose a mandármelas. Reitero: Autores. Son muy pocas las editoriales que se han atrevido a volcar su confianza en mí, y a las pocas que son soy tan gilipollas que nunca les pido ejemplares porque me siento como un gorrón, salvo si son para celebrar algún sorteo.
La cuestión es que hace poco me ocurrió algo que, de nuevo, nunca creí que fuera a pasar: rechacé un libro. Hasta yo mismo me sorprendí en mi decisión, pero tenía mis motivos. Mi pila de libros pendientes (comprados) crece y crece. El hecho de que los compre se debe principalmente a que estoy interesado en leerlos por mero placer. ¿Que pasa? que cuando alguien te ofrece la lectura de algo que en principio no te suscita ningún interés ya no podemos llamarlo placer. Se llama trabajo, y nunca he tenido la intención de que Autopsias Literarias del Dr. Motosierra sea un trabajo, tan solo un rincón donde de vez en cuando comentar de manera desinteresada mis lecturas.
Así pues lo que intento decir, es que si en un futuro próximo o lejano tienes intención de que sea uno de los agraciados en recibir un ejemplar de tu obra, adelante, no dudes en ofrecérmela, pero tienes que tener en cuenta que ante todo, tiene que llamarme la atención, crearme interés, puesto que no soy de los que busca una reseña negativa fácil, no soy tan morboso. Tan solo quiero tener la confianza (que no la seguridad, en este mundo nada es seguro) de que voy a disfrutar con su lectura.

Algo así como lo que me inspiró RENEGADO de J.L.F. Caronte.

Me gustaría, lo primero de todo, hacer hincapié a una de las primeras páginas, la cual, como aparente norma general no se le suele atribuir la importancia que merece. En los créditos iniciales de la obra descubrimos lo que el autor ha realizado en la obra: Historia, guión, Cubierta, diseño general, Ilustraciones interiores, relatos... y hasta se prepara él mismo el café mientras trabaja. "¡Ole tus huevos!" era el pensamiento con el que me metí de lleno en materia. Una labor loable que indiferentemente de que el resultado final guste o no, y que merezca la admiración de cualquier persona que sea capaz de valorar el trabajo artístico tanto del dibujante como del escritor, más si ambos son la misma persona como es el caso.



En RENEGADO encontramos una novela gráfica en el más estricto significad de los términos, ya que su historia es narrada bien de manera novelizada, como el prólogo y varias historias que funcionan de complemento, y en formato cómic, predominando este y siendo usado para la trama principal.

¿Y qué es lo que nos cuenta esta obra? Bueno, una cosa está clara, la historia de RENEGADO no destaca precisamente por su originalidad, puesto que no pocas veces se  nos ha contado la eterna lucha entre cielo e infierno, en como ángeles y demonios buscan maneras (generalmente poco deportivas) para ganar poder frente al otro bando, y por supuesto sin faltar el fundamental papel de los humanos, que es, básicamente, perecer de manera horrible en el fuego cruzado.
No obstante, la trama no hace sino dar pocos detalles de la totalidad de las preguntas sencillas en apariencia que se nos van presentando. Los orígenes de los personajes, el objetivo del viaje de Niyara, o los misterios que oculta Issael son temas que quedan en vilo al acabar el tomo. No es que la historia sea confusa, es que al menos yo ignoraba que no fuera autoconclusiva, sino que más bien parece la primera entrega de una serie bastante larga.

Opinar sobre el dibujo de un cómic no es en absoluto lo mismo que opinar sobre un escrito. El estilo personal de cada autor es más patente y fácil de diferenciar, a la par de variado que la escritura, por lo que la cantidad de opiniones diversas que puede alcanzar un dibujo son numerosísimas. Lo que hay que reconocerle a J.L.F. Caronte es que ha sabido crearse un estilo propio y original. Por supuesto que hay influencias, dominadas en este caso por los videojuegos (Dante´s Inferno parece causar una fuerte inspiración) y el manga japones, tanto en dibujo como en las escenas de acción que se nos presentan, bastante numerosas, todo sea dicho. Un trazo muy detallado y a la vez de línea rápida, dando la sensación en ocasiones de estar ante un boceto en lugar de una viñeta acabada, pero soy de los que defienden que hay bocetos con más vida que ilustraciones finales. El sombreado que ¿simula o es? lápiz también juega a favor. Sí es cierto que algunas ilustraciones son muy superiores a otras, se escapa algún que otro fallo de proporciones y algunos gestos resultan en ocasiones forzadísimos, así como la accidental fusión entre personaje y paisaje, evitando diferenciar uno de otro (Y el efecto de las plumas negras, lo siento pero no me gusta nada) pero como amago de dibujante que soy, el trabajo es más que notable.

No así los diálogos. Estos resultan bastante planos y tópicos, un piedra, papel, tijera de los cómics de aventura donde la originalidad resulta casi nula y a veces roza lo infantil, y se busca cualquier oportunidad para dar un poco más de acción en vez de conversaciones que amplíen (mucho, por favor) la trama principal.



En contraposición, los capítulos novelizados son muy buenos. Emulando mundos surgidos de la Divina Comedia o el Paraíso Perdido, son el lugar donde más información y de manera más elegante se nos muestra. A través de una prosa recargada pero no cansina y diálogos muy elaborados, a veces demasiado, excediéndose en el uso de adjetivos. Pero narratívamente es donde más a gusto me he encontrado y diría que hubiera disfrutado más de una novela escrita así con alguna que otra ilustración como las que la acompañan que con el formato cómic, que, salvo contadas excepciones, lo tengo bastante vetado voluntariamente.

Todos los dibujantes de cómics hemos soñado con ver nuestros trabajos publicados. J.L.F. Carote no solo ha visto cumplido ese sueño, sino que ha sabido sorprender al publico (al menos hablo de mí) con un estilo propio y personal, algo cada vez más difícil, como dibujante, y con una interesante y atractiva propuesta como escritor. Sí que es posible que haya que pulir un poco e tema de los diálogos dentro de la parte ilustrada, pero quiero pensar que aún quedan muchos episodios donde se demuestre que tiene esto tiene fácil solución.

Un gran acierto, y de nuevo, un loable y titánico esfuerzo por parte del autor, ya que prácticamente todo lo que contiene el tomo es obra suya.


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