martes, 31 de mayo de 2016

Reseña: HIJO DE UN DIOS CANÍBAL de Juan Alcudia.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

HIJO DE UN DIOS CANÍBAL de Juan Alcudia.

Issei asesina a René y devora su cadáver para consumar su amor por ella

Philip recurre a sus conocimientos de alquimia para fugarse de la prisión más segura del estado de Tejas.

Enriqueta secuestra y eviscera niños para ofrecer sus órganos a una secta en la Barcelona de principios del siglo pasado.

En el Japón medieval, un señor feudal busca en la tortura la respuesta al ciclo de las reencarnaciones con resultados inesperados.

Y así hasta completar las nueves historias que componen "Hijo de un dios caníbal".

A veces creo que cuando más terror lee uno, más difícil es que sus ideas, sobretodo cuando se tratan de relatos cortos, sorprenda como las primeras veces que nos aventuramos en el género. Llega un momento en que casi todas las historias nuevas tocan temas, tramas y argumentos que otros autores ya han aprovechado con anterioridad (Un ejemplo extremo es la actual escasez de originalidad en la literatura zombi), y no faltan incluso los que se limitan a la reescritura de libros ya existentes con intención, según el escritor, de dar un nuevo punto de vista a la narración... lo que viene a traducirse en un calco de lo de siempre cambiando protagonistas y ocasionalmente decorados.

Con un panorama así, ¿Quién se atrevería a probar suerte en el campo de la literatura de terror? Y más complicado todavía, ¿Alguien lo haría con una colección de relatos cortos?. Pues si, parece que ante un mercado donde la publicación de antologías individuales o colectivas alcanza casi el nivel del colapso, aún hay autores que se atreven a dar a conocer su obra, llenos de confianza, buenas intenciones y promesas de lo más variadas.

Uno de esos autores es Juan Alcudia que, tras haber probado suerte de manera satisfactoria con sus relatos en diversas publicaciones decidió crear una recopilación de estos bajo el nombre de HIJO DE UN DIOS CANÍBAL, cubriéndose las espaldas frente a la preferencia de terror que busca cada lector, puesto que se ha dividido la antología en dos partes, centrando su primera mitad de relatos en el lado más visceral y sangriento del género (Cuentos de la carne) y dedicando su segunda parte a un miedo más profundo que ataca directamente al alma y la razón del ser humano (Cuentos del espíritu).

A ver... dicho así suena interesantísimo, pero a la hora de la verdad las diferencias no se dejan notar tanto. Todos los relatos de HIJO DE UN DIOS CANÍBAL conservan esa esencia violenta tan necesaria en el género, variando el origen y consecuencias de este en el entorno y personajes, pero aquí realmente las características que definen una o la otra mitad de los relatos terminan mezclándose haciendo difícil diferenciar el objetivo principal al que va dirigida la mortal flecha ¿A la mente o al cerebro?, ¿Cuerpo o espíritu?.
Si, es cierto que por ejemplo el relato que da título al libro despierta en el lector ese morbo insano, pero es narrado con un detalle casi melancólico que lo aleja de la simple satisfacción gore para ofrecer mucho más. Y en la segunda mitad no faltan escenas realmente espeluznantes donde la sangre no pierde protagonismo, así que a mi modo de ver no creo que existiera ni motivo ni excusas para esta división.

A favor hay que decir que el autor sabe adaptar su voz a cada una de las historias, con un estilo camaleónico, pero manteniendo varias pautas que respetan su estilo personal, de modo que independientemente de la mucha o poca profundidad que sea capaz de plasmar tanto a personajes como a emociones, la escritura de Alcudia es notable, ni demasiado simplón ni tan recargado para resultar aburrido y cargante, como demuestra su primer relato:

PIEL DE MEMBRILLO
es el primer contacto, la primera sangre derramada por Alcudia en la antología, y como acercamiento inicial no se si darle un merecido aprobado o un sonoro suspenso. Cuando leo el primer cuento de la colección de un autor del que no he leído nada anteriormente me gusta prestar atención especial al estilo narrativo y la prosa, porque los argumentos pueden cambiar pero la forma de contar las historias de un escritor suele (digo suele, siempre hay sorpresas) mantener unas maneras. En el caso de Juan Alcudia descubrimos un estilo sencillo pero eficaz, con un punto justo de elegancia que diferencia, como decíamos anteriormente, lo simple de lo demasiado recargado, y nos presenta a personajes bien trabajados que se mueven con bastante fluidez y coherencia. Sin embargo al poco que nos metemos en la trama de la historia, empieza a crecer la sospecha en nuestra mente y más tarde se convertirá en evidencia, de que carece completamente de originalidad, siendo esto una mezcla ligeramente sazonada de CARRIE con elementos lovecraftianos, horriblemente previsible en su desenlace y algo falto de información en su contenido pese a lo entretenido que pueda resultar.

Más original, aunque con reservas es A IMAGEN Y SEMEJANZA, una imaginativa historia que juega con la percepción del lector y, por supuesto, con su interés. Desarrollo fluido e interesante donde se narra el paso por una penitenciaría de Philip Guggenheim, un joven mudo, extraño, acusado del secuestro y violación de una menor y con unas habilidades que irán desvelándose para horror del resto de los presos. La principal pega es el desenlace. No es confuso, pero genera muchas más cuestiones de las que resuelve, como si el autor se hubiera limitado a narrar los hechos a medida que le van viniendo a la cabeza, sin explicar como o porque ocurre una cosa u otra... lo que hace que a veces engrandezca la calidad de un relato, pero que en esta ocasión se echa mucho en falta.

Ahora bien, si en el anterior relato nos quedamos un poco fríos con su desenlace, en LOS CÍRCULOS DE LA CARNE, Juan Alcudia lo borda esta vez. El comienzo del texto tiene la habilidad de desubicar al ignorante espectador, un inicio de esos en los que alguien te coloca en medio de un fuego cruzado sin ningún tipo de explicación y con el único deseo de salir de ahí. Por suerte poco a poco vamos siendo conscientes de la situación, y conducidos a paso lento pero seguro a través de una trama donde el odio racial y la magia negra adquieren principal protagonismo. Muy bueno.

Os lo pregunto en serio... ¿Qué os pasa a los escritores de terror con la figura de Issei Sagawa? Es la tercera o cuarta vez que veo que un escritor basa su relato en este japones cuya historia real estremeció al mundo entero, y no solo por lo terrible de los hechos, sino por sus repercusiones que duran hasta el día de hoy, pero de ahí a darle más protagonismo a este, para muchos desconocido asesino que a por ejemplo Charles Manson, resulta cuanto menos curioso. Alcudia se aleja de la ficción en el relato HIJO DE UN DIOS CANÍBAL, no convierte a Issei en un psicópata sanguinario y mucho menos en un personaje de videojuego como ya hiciera alguno, sino que se limita a plasmar en el papel el memorándum de la retorcida mente del asesino para que, a modo de diario nos muestre pasado, presente y futuro del célebre nipón y dar así su visión personal de sus más profundas ideas y pensamientos. ¿Qué consigue con ello? Crear uno de los más interesante y profundos relatos de la colección y con diferencia la mejor biografía dedicada al tema que he leído. Sobra decir que como punto negativo es evidente la falta de originalidad en la historia...

Le sigue LA CASA AZUL, otra historia que usa la confusión y la ignorancia del lector a su favor y que como un puzzle desmontado, tendremos que ir construyendo escenario y actos con los hechos narrados. Con fuertes reminiscencias a terror clásico, no alcanza a que la imagen resultante del rompecabezas siga desteñida y un tanto aburrida al final, causado principalmente por una constante sensación de no tener realmente claro a donde nos quiere llevar el autor, o quizá sea que la esencia del texto sea tan sencilla que inconscientemente optamos por buscarle un lado enrevesado que no existe.

CASA DE CAMPO supuestamente cierra un ciclo caracterizado por el terror visceral y se adentra en los campos mas emocionales y psicológicos, y lo hace con un relato que resuena con ecos de terror gótico en toda su amplitud. La historia se apoya en el mundo del folclore y las creencias arcanas que, resultan interesantes si, pero termina resultando una mesa que cojea de dos patas. La primera es la falta de actitud o personalidad y por lo tanto de empatía hacia los personajes, y la segunda es la sensación de que el autor quiere meter demasiado trama en el mismo texto, confundiendo complejidad con exceso y creando a ratos sin quererlo un refrito que cuesta tragar. Pese a eso genera curiosidad en abundancia y te deja con varias astillas clavadas que Alcudia no se molesta en sacar.

Seguimos con reminiscencias de avatares de terror clásico. Esta vez ESPINAS CEÑIRÁN TU FRENTE  recuerda en cierto modo a la obra de Chambers, sobre todo a su reconocido Rey de Amarillo. Alcudia consigue que nuestra imaginación evoque escenas y momentos aterradores, pero también confusión y desorientación a medida que nos acercamos a un desenlace cuyo significado me temo que se me ha escapado.

Relatos como ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA son de esos con los que fácilmente podrían construirse una novela entera y no perder alicientes, sino ganarlos. Entre todos los ingredientes de los que Juan dispone para elaborar esta historia ha optado por buenas dosis de surrealismo y esta vez, desde su rotundo comienzo hasta el desenlace la historia no decae en ningún momento, generando escenas dignas del mejor terror psicológico (del de verdad, no el de sustos y subidas de volumen) pero como indico al principio, si este relato de 30 páginas se convirtiera en una novela de 300, sería na adquisición más que recomendable.

Finalizamos el recorrido por la manera de ver el terror de Juan Alcudia con MUJO, la cual nos traslada a las dinastías japonesas de la edad antigua y a una de esas historias que, como muchas protagonizadas por fantasmas y maldiciones orientales mantiene cierto tinte a leyenda o cuento popular, (aunque conservando aspectos lo suficientemente oscuros para no ser aptos para niños a no ser que quieras mantener a una bola babeante traumatizada de por vida), y donde el autor lleva el arte del shibari a límites extremos y somete al publico con un escalofriante final. Una grata manera de acabar la colección.

HIJO DE UN DIOS CANÍBAL es, en definitiva una buena colección de relatos, con bastantes altibajos pero que intenta abarcar muchos temas e ideas distintas, ofreciendo bastante variedad y estilos.
Quizá falle en su originalidad en ciertas ocasiones, ya lo hemos comentado (no dice mucho a favor que uno de mis relatos favoritos esté basado en hechos reales) y a fin y al cabo hablamos de un género donde cada vez cuesta más ser innovador, pero cumple de sobra el objetivo de hacer pasar un buen rato al lector y presentarnos a un autor que, tras un par de capas de barniz puede ofrecer cosas realmente interesantes.

Sobre el tema de la portada no me voy a extender demasiado, sobra decir que me parece un desastre. El uso de una obra tan conocida como Saturno devorando a un hijo de Goya resulta tan obvia que puede llegar a espantar a la gente, y cuando un autor quiere darse a conocer eso se convierte en una gran desventaja. Menos mal que su versión digital ha arreglado el problema... aunque, bueno, tal vez no del todo.

jueves, 26 de mayo de 2016

Reseña: EL HIJO DEL MISSISSIPPI de Juan de Dios Garduño.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

EL HIJO DEL MISSISSIPPI de Juan de Dios Garduño.

Jacob Walters en sus sueños infantiles quería convertirse en un piloto de los barcos de vapor que surcaban el Mississippi, aunque no lo ha conseguido, porque la vida se ha entrometido en sus planes, obligándole a crecer más deprisa de lo que le hubiera gustado y teniendo que abandonar las fantasías para conseguir sobrevivir. Jacob solo ha querido una cosa desde que era un niño: venganza. Sin embargo, esa obsesión que se convierte en su objetivo en la vida, no es suficiente, aunque resulta ser la fuerza que le impulsa a continuar, a pesar de la crueldad y de la violencia que se interponen en su camino.

Jacob es ahora un hombre sin rumbo, un tipo peligroso para los demás, e incluso para él mismo. Porque los recuerdos del pasado resultan demasiado dolorosos como para olvidarlos.

Hay quien dice que un libro puede cambiarle la vida a una persona. Los hay que ante tal afirmación predican cosas como "No te flipes tanto chaval, que no todos comemos libros como tu", y otros sencillamente siguen viendo el partido de fútbol. Bueno, como queráis, pero es indudable que para muchos escritores ha sido la lectura de una u otra obra la que les ha impulsado a querer ser novelistas y narrar esas historias que la imaginación desbordante de sus mentes necesitaba como vía de escape.

¿Cuántos autores reconocidos de la literatura fantástica deben el escribir sus primeras líneas a Tolkien o Michael Ende?, ¿Qué habría sido del panorama de las obras de terror si autores como Poe, Lovecraft e incluso Stephen King no hubiesen existido? Y no cesa el hecho de que constantemente alumno se convierta en profesor y estos descubran a los jóvenes ansiosos de experiencias nuevas vocaciones, ventanas abiertas a muchas posibilidades e influencias que marcarán su camino a recorrer a partir de entonces.
Luego están esos otros autores. Esponjas de conocimiento e ideas, escritores que no paran de descubrirse a si mismos y a los demás con nuevas facetas literarias, que evitan encasillarse en un género o estilo concreto y arriesgan pellejo y seguidores ofreciéndonos otras caras... miren a Víctor Blázquez o a Ignacio Cid Hermoso, e incluso a Darío Vilas. Y parece ser que Juan de Dios Garduño leyó mucho en su tiempo, y le fascinaba lo que leía, y quería escribir sobre ello...
... Y le echó un par de huevos.

Y PESE A TODO surgió de la nada, en pleno nacimiento y auge de la moda de escribir sobre zombis, y lo hizo llevándose por delante todos los tópicos del género ofreciendo una historia distinta, original, tan terrorífica como enternecedora. Tal fue su repercusión que el director Miguel Ángel Vivas se atrevió a llevar la historia a la gran pantalla. Una película que bajo el nombre de Extinction será mejor y más saludable para todos que no reseñe en este blog. Pero ¡Eh! consiguió con una sola obra que su trabajo se convirtiera en película. Bravo.

El terror ha sido una constante en la obra de Garduño, muestra de ello son la excelente recopilación de relatos APUNTES MACABROS, la cruel y a la vez dramática EL CAMINO DE BALDOSAS AMARILLAS o la no tan convincente EL ARTE SOMBRÍO. La cuestión es que el trabajo del autor siempre ha estado llena de influencias que rememoras lecturas y experiencias pasadas, pero manteniendo siempre altas dosis de originalidad necesaria para que su prosa y su estilo tenga firma propia y reconocible.
La reminiscencias de lecturas pasadas, de deseos de escribir sobre las aventuras vividas y arrancarse ese gusanillo del "qué pasaría si escribiera sobre..." parecen haber alcanzado su máximo ejemplo con su última novela: EL HIJO DE MISSISSIPPI.

Parece que en un momento dado, Nueva Orleans, el río Mississippi y los barcos de vapor y toda la magia que esconde la gente y las historias que allí se cuentan encandilaron al autor, y tengo que reconocer que cierta historia ambientada en la capital del vudú me atrapó como pocas novelas, hasta el punto de considerarla a nivel personal la mejor historia de vampiros que he leído jamas. Me refiero obviamente al SUEÑO DEL FEVRE de George R. R. Martin.
Sin embargo, en apariencia EL HIJO DEL MISSISSIPPI parecía acercarse más a clásicos inmortales como las aventuras de Tom Sawyer y  Huckleberry Finn escritas por Mark Twain, pero solo en apariencia, porque aunque las semejanzas entre ambas sean evidentes, la obra de Garduño no se aleja demasiado de lo que el autor está acostumbrado a ofrecernos, lo que se traduce en drama, violencia, intriga, una pequeña dosis de fantasía y otra de terror (para no olvidarnos el motivo por el que el escritor empezó en esto de la escritura), formando una novela, una historia que son muchas historias a la vez.

EL HIJO DEL MISSISSIPPI nos presenta a Jacob Walters, el cual, durante la segunda mitad del siglo XIX vivió su infancia en el pequeño pueblo de Hannibal, a orillas del Mississippi. Un niño como cualquier otro, travieso, rebelde, que daría la vida por sus amigos o por probar la última golosina que ha llegado al pueblo, y sueña con el día en que será el capitán de barcos de vapor más famoso del continente. Poco imaginaba que a raíz de un revés del destino su vida se volvería tan complicada que solo los locos le darían un mínimo de credibilidad.
La trama en conjunto es una historia de venganza, la pérdida de la inocencia y la caída de un niño al mundo adulto con la crueldad y los peligros que todo ello entraña. Una historia de superación, de como el ser humano cuando cae, vuelve a levantarse encarando al obstáculo de frente. De nuevo, lo que Juande nos trae en su último trabajo es un mapa del alma humana.

Y digo de nuevo porque si algo ha caracterizado la mayoría de las novelas del autor sin la profundidad de sus personajes y su funcionalidad como espejos del mundo, donde lo mejor y lo peor (sobretodo lo peor) del hombre se refleja, a veces de forma nítida, otras de manera deformada exagerando sus rasgos y quizá si, humanizándolos más de lo normal. Por las páginas de la novela se pasearán personalidades borrachas de emociones, desde su protagonista Jacob, una inestable balanza de amor y odio, la familia Hickok, fiel reflejo del abuso del poder de la época, el inocente Noah, y la insoportable (Si, a mi me resulta pedante y soberbia) Emma, todos ellos son piezas en un puzzle que juntos conforman la imagen de la madurez, de los sueños truncados... en definitiva, de la vida.
Personajes ficticios y reales como el mismísimo Mark Twain o Marie Laveau se cruzarán en la vida de Jacob durante su búsqueda por recuperar lo que le fue arrebatado y ver cumplida su venganza.

Pero tengo que comentar un problema que tengo con la novela...

Leer EL HIJO DEL MISSISSIPPI es como contemplar un cuadro. Obviamente lo que más se valora es la pintura, las figuras que allí quedan retratadas, el paisaje, etc. Pero cuando toda esta belleza está rodeada por un marco que no es el adecuado el conjunto llega a desentonar.
A ver, la novela se divide en tres partes que se desarrollan en un crescendo de acontecimientos y emociones. Sin duda mis partes favoritas son la primera y la tercera, en la que se entremezclan presente y pasado del protagonista en las calles de Hannibal, y su paso por otros terrenos. Quizá la parte más conmovedora y realista de la obra, a veces dejando incluso un gusto casi biográfico, como si leyéramos un fragmento de la historia del pequeño pueblo de Misuri.
Es a partir de la segunda parte en la que la historia deriva a nuevas vertientes, convirtiéndose en una novela de aventuras donde los elementos fantásticos, algunos heredados del más puro pulp empiezan a ganar protagonismo. El problema es que dichos elementos parecen puestos de manera forzada en ocasiones, como si su objetivo fuera exclusivamente sacar del apuro en que ha metido el autor a sus personajes, y ya se sabe que cuando algo tiene difícil solución la magia es la vía rápida. En esto juega mucho la predisposición del lector acerca de lo que va a leer, porque por ejemplo cuando me aventuré en la lectura del libro, me hice a la idea de que la historia no se iba a alejar de hechos que tranquilamente podrían pasar por verídicos, por lo que cualquier elemento que se alejaba de la realidad resultaba doblemente chocante. Así, si alguien empieza a leer EL HIJO DEL MISSISSIPPI concienciado de que va a encontrarse una novela de aventuras donde todo es posible ya le puedo ir adelantando yo que va a ser una de sus lecturas favoritas del año.

Tal vez estos elementos, que de tan llamativos resultan casi artificiales sean el único punto negativo que encuentre en la novela. Son complementos cuyo uso puede resultar decepcionante al ser utilizados como escape para que a historia avance, pero repito, esto no es un defecto sino una diferencia de opiniones entre lo que yo creía que iba a encontrar y lo que el libro realmente me ofrecía...
¡Ah!, ¿Que hablábamos de puntos negativos? Emma. Lo siento de nuevo, pero de esa mujer no puedo sacar nada bueno.

Lo que hay que admitir es que EL HIJO DEL MISSISSIPPI posee ese factor que hace que una buena novela se convierta en excelente, y es sencillamente que aunque sea la novela más larga que ha escrito Juan de Dios Garduño, es también la que más corta se te hace. El cabrón (con perdón) atrapa y no te suelta. La excelente documentación histórica y turística (no tanto sobre el funcionamiento de los barcos de vapor tal y como hizo Martin) que posee la narración, el ir y venir constante de nuevos personajes e incluso la casi morbosa curiosidad de como va a ser la próxima manera en la que el escritor putée a su protagonista convierten a este libro en una obra llena de contrastes a la cual si se le suprimieran algunas escenas bien podría pasar por una historia para toda la familia, pero cuyo espíritu en esencia cruel (no hay venganzas bonitas) y fiel reflejo de los instintos humanos que representan cada una de los personajes, ofrece a cualquiera que elija esta lectura un entretenimiento asegurado, lleno del cariño y personalidad de su autor, lo cual ya es señal de calidad.

EL HIJO DEL MISSISSIPPI, concluyendo, no defrauda a nadie que tenga sus expectativas tan altas como cada vez que abre un libro de Garduño (Menos cierto relato de una antología de temática zombi, eso fue imperdonable). Si quería conseguir escribir una novela para el recuerdo, que nos descubra a un autor que es capaz de regalarnos una brillante historia fuera de su género predilecto, capaz de transportarnos a un tiempo y unos paisajes que acompañaron las lecturas de su pasado en una época tan dura como mágica y demostrar de nuevo que es capaz de hacernos reír, llorar, estremecernos o emocionarnos en una misma historia... puede respirar tranquilo, porque el broche de oro se lo ha ganado.

sábado, 21 de mayo de 2016

Reseña: EL DIOS ASESINADO EN EL SERVICIO DE CABALLEROS de Sergio S. Morán.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

EL DIOS ASESINADO EN EL SERVICIO DE CABALLEROS de Sergio S. Morán.

SE INVESTIGAN POLTERGEISTS, CRIATURAS MITOLÓGICAS, CONJUROS CELTAS Y PACTOS CON EL DIABLO. 
ESPIONAJE ASTRAL, HERENCIAS DE CASAS ENCANTADAS, 
ESPECIALIDAD DE SEGUIMIENTO DE AMANTES VAMPIRO Y ORCOS MOROSOS. 
NEUTRALIZAMOS DRAGONES DE TAMAÑO MEDIO. 
RESOLVEMOS TU PROPIO ASESINATO. 
LICENCIA DE ARMAS PARA BALAS DE PLATA. 
BARCELONA Y ALREDEDORES. 
SE HABLA INGLÉS Y ÉLFICO. 
ABSTENERSE BROMISTAS Y DEMONIOS DEL CAOS.

Soy Verónica Guerra, alias Parabellum.

Soy a quien llamas cuando la chica de la curva te ha robado el coche. Soy a quien recurre el hombre del saco cuando un extraño e mete en su casa. Soy a quien necesitas cuando descubres una cabeza de unicornio en la cama.

Soy detective paranormal y me enfrento a diario a los sucesos más extraños que puedas imaginar. Pero acabo de encontrar el cadáver de un dios griego en el maletero de mi coche. Y hasta yo tengo un límite. 

Resulta curiosa la costumbre que han tomado muchos autores en convertir sus novelas en el equivalente a un gin tonic moderno. La incursión de nuevos y exóticos ingredientes, la mezcla de sabores que deshabilitan cualquier límite imaginativo y, por supuesto, la extravagante parafernalia con la que se decora la copa viene a traducirse en el ámbito literario como arriesgadas mezclas de géneros, experimentaciones donde se juega con la lírica, las tramas, trasfondos y personajes. Claro está, no van a faltar los que intentan dar una imagen a veces barroca, otras elegante, erudita y casi poética ahogando la historia en un sinfín de recursos literarios tan rebuscados como huecos e innecesarios. Todo ello muchas veces, como cuando nos pasamos con la bebida, acabando en una sensacional borrachera intelectual y la consiguiente resaca, de esas que te hacen replantearte nuevas maneras de decapitaciones autoinflingidas.

Por suerte, cuando un escritor opta en su obra por la creación de algo original a partir de retazos de material ya existente, este suele hacerlo con las ideas bien establecidas, y construye a partir de cimientos resistentes, novelas bastante gratificantes que ademas gracias al uso de tan numerosos ingredientes, muchas veces consigue eclipsar las carencias que sufre con las virtudes que tan alegremente se le ponen a su disposición.

Una de estas ideas que algunos comenzaron como experimentos y han terminado creando casi un género propio es la fusión de la fantasía con casi cualquier cosa. Esta visto que criaturas mitológicas, monstruos de leyendas, seres divinos y demás creaciones surgidas de mentes invadidas de elfos, gnomos y trasgos sienten que sus propios mundos inventados se les han quedado pequeños y han decidido invadir tierras más próximas y realistas, protagonizando historias que van desde el mas escalofriante terror, la delirante comedia e incluso la novela negra.

Son muchos autores de libros o directores de cine los que no han parado de recordarnos constantemente que no estamos solos en este mundo, que las leyendas folclóricas son mucho más que simples cuentos para alegrar o atemorizar a los niños, o que tantos avistamientos de fantasmas no pueden ser casualidad.
Novelas como OTROS REINOS de Richard Matheson, la colosal SUEÑOS Y SOMBRAS de C. Robert Cargill o la fabulosa saga de LA CIUDAD (EL LIBRO DE IVO, EL LIBRO DE SOMBRA) de Juan Cuadra Pérez son ejemplos ideales de lo terrorífico y sanguinario que puede ser involucrarse en los asuntos de otros mundo, dimensiones, puertas a lugares inexplorados o sencillamente invitar a una copa al hada equivocada. Por supuesto, la fantasía es capaz de crear las más divertidas y tronchantes situaciones, enrevesados pastiches protagonizados por personajes de culto en la literatura e incluso a construir relatos policíacos que reflejan los bajos instintos de los seres feéricos, como por ejemplo el, a mi gusto regulera CALLES DE CHATARRA de Alejandro Guardiola.

Lo cierto es que estos combinados que aúnan thriller con elementos sacados de la mejor imaginación fantástica y la historia mitológica pasa por uno de sus mejores momentos y es reclamada por lectores e incluso seriéfilos (no hay más que ver el éxito que cosechan series como Buffy cazavampiros y sus crossovers, Once Upon a Time o Supernatural, por destacar algunas), un ambiente aparentemente ideal para que alguien recopile tantas buenas ideas y las haga formar parte de una serie de novelas policíacas y presentarnos a personajes con intención de hacerse un nombre en el género y darnos motivos para no olvidarlo. Es el caso de Sergio S. Morán, su detective Parabellum y la primera de sus aventuras, EL DIOS ASESINADO EN EL SERVICIO DE CABALLEROS.

Y digo la primera porque estamos ante una obra con todos los ingredientes para ganarse a pulso su séquito de seguidores ávidos de mas casos de esta investigadora de lo paranormal y que, pese a las carencias o fallos que pueda tener (en mayor o menos medida, dependiendo de cada lector) lo merece. Y que coño, un subtítulo como "Un caso de la detective Parabellum" no es que dé muchos opciones para pensar en otra cosa que no sea una larga serie de historias protagonizadas por infinitud de criaturas y nuestra rubia buscafollones. Si no, que le pregunten a Harry Dresden, que creo que tendrá algo que decir sobre como lo que empezó resolviendo un caso con un personaje que también trasteaba con fuerzas sobrenaturales se le fue de las manos a Jim Butcher, su autor.

Morán nos sitúa en la Barcelona de la actualidad y nos lleva a través de un terrenos reconocibles y cotidiano al mismo tiempo que nos enseña el lado más oscuro de sus calles y habitantes. El autor se cuida de no recurrir a referencias complicadas ni a llevar al lector a terrenos demasiado profundos, por lo que un mínimo conocimiento de las mitologías de varias épocas y culturas y unas nociones básicas sobre el mundo paranormal y esotérico son más que suficientes para sentirse cómodo y disfrutar de una lectura muy ligera y que, como toda historia de detectives, invita a indagar, interactuar y atar cabos, es decir, a sentirse uno mismo un investigador que se ha propuesto resolver el caso antes que el protagonista. Lo cual por cierto no es difícil.

La premisa es la misma de siempre. Compartimos mundo con criaturas mágicas que se esconden entre nosotros intentando vivir su existencia de manera tranquila y sin levantar demasiado revuelo. Nombres propios reconocidos por todos y otros ven su rutina en peligro al descubrirse el cadáver de un dios griego en un baño público. ¿Quién lo ha matado?, ¿Cómo es posible matar a un ser que en teoría es inmortal?, ¿Será la primera victima de un plan mucho mayor o un crimen pasional?

Estas y muchas más cuestiones serán las que hagan que Verónica Guerra, alias Parabellum se gane el sueldo. Parabellum, un personaje con un fuerte carisma protagonista capaz, en ocasiones con bastantes dificultades de adaptarse a su entorno y moldear su personalidad, algo tan práctico como necesario en un trabajo como el suyo y su necesidad de ocultarlo. Dulce unas veces, mordaz e irónica otras, llena de valor o derrotada, inteligente y en ocasiones tan tonta que no reconocería una pista ni aunque le mordiera el culo... Estas y otras son las caras de un personaje bien perfilado (Si no me equivoco las primeras apariciones del personaje datan del 2012 en diversas tiras cómicas), con el que se empatiza rápidamente pero con el que también se mantienen ciertas reservas, puesto que realmente tampoco llegamos a conocerla del todo, ni sabemos cuales son sus sentimientos predominantes ante el amplio catálogo que nos muestra, y sobretodo no sabemos nada de su pasado, sino que el autor nos lanza a Parabellum a la cara, recién moldeada y ahí te las apañes.
Parabellum es un poquito John Constantine, un poco Harry Dresden, un poco Harry el sucio y mucho de Verónica Guerra, pero el mismo personaje nos pide a gritos saber más de ella, de su pasado, de como llegó a ser lo que es.

Como buen relato de novela negra no van a faltar incógnitas por descubrir, acción, persecuciones, giros argumentales e historias paralelas entre las que iremos saltando desde ligeras menciones por parte del autor a sumergirnos de lleno en la trama de turno, a veces creyéndonos que estamos en una partida de la Oca, volviendo a la casilla anterior o saltándonos de golpe otras. EL DIOS ASESINADO EN EL SERVICIO DE CABALLEROS tiene fantasía y acción. Y también muchísimo humor.

Hay quien no ha dudado en llenarse la boca de comparaciones con Terry Pratchett, cuando lo que consiguen es que un servidor llegue a la conclusión de que o bien esa persona no ha leído ningún libro del novelista inglés o bien es incapaz de diferenciar la sonrisa provocada por una persecución de Benny Hill y un guiño de Chaplin. En lo único en que el humor de Sergio S. Morán puede recordar a las obras de Pratchett es en la fusión de esa comedia con temática fantástica, en convertir a seres casi divinos o divinos en algo demasiado parecido a seres humanos, con sus manías o defectos. Sin embargo en las aventuras de Parabellum se denota un fuerte carácter paródico en lugar de cubrir con comedia la base general de la novela, sino que el autor aprovecha las oportunidades para hacer el chiste correspondiente.
Pero tranquilos, porque el exceso de gracias no es tal para llegar a saturar. Es un humor fácil, pero no enervante de lo sencillo que pueda llegar a ser. No pretende reírse de nosotros por ser tan tontos por que nos haga gracia una u otra cosa que solo gustaría al reparto de Salvame, a Morán le preocupa sus lectores y no busca hacer el payaso para forzarnos una sonrisa desganada. Además como punto positivo no estamos ante comedia con fecha de caducidad. Muchas veces cuando leemos un libro cuyas coñas o gracias se basan en modas, personajes reales o circunstancias basadas en acontecimientos actuales tenemos la sensación de que aunque nosotros la disfrutemos, futuras generaciones no lo harán tanto, porque no cogerán ni la mitad de los chistes.
Morán sin embargo usa siempre personajes fictícios, y si bien aprovecha ciertas ocasiones para criticar campos como la política, la televisión y los deportes lo hace sin salirse de unos cánones ya predefinidos.

La trama de la novela esta muy bien hilada. Sus primeros capítulos son realmente buenos (casi tanto que hace pensar que a media historia el autor pierde fuelle) y saben captar la atención del curioso lector. Puede que a medida que avancemos la historia se vuelva más extravagante y acabe yéndose por derroteros que no esperábamos, e incluso se pueden encontrar un par de lagunas que hagan cojear a la historia. Ahora bien, si EL DIOS ASESINADO EN EL SERVICIO DE CABALLEROS pretende ser el debut de una serie de novelas protagonizadas por la detective Parabellum, el resultado es inmejorable. Mostrando lo que le interesa al lector pero manteniendo un buen puñado de incógnitas que puede, o no, ser resueltas en próximos títulos.

Si te gustan las historias sobre investigadores de lo paranormal pero te cuesta tomártelas en serio, puede que encuentres aquí una muy buena alternativa en tus lecturas. Ágil, sin pretensiones de ser lo que no pretende. Una lectura fresca y ligera como una caña y una tapa una tarde de verano.

Un último consejo: No leáis ninguna sinopsis que no sea la que viene en el libro (la que he copiado aquí), puesto que las que están publicadas en páginas webs, incluyendo la de la propia editorial, desvelan buena parte de la trama y os haría perder la sorpresa y a emoción de descubrir detalles y giros que oculta la historia

lunes, 16 de mayo de 2016

Reseña: LA MEJOR VENGANZA de Joe Abercrombie.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

LA MEJOR VENGANZA de Joe Abercrombie.

La guerra puede ser un infierno, pero para Monza Murcatto, la Serpiente de Talins, a sueldo del duque Orso, también es una forma excelente de hacer dinero. Sus victorias la han hecho muy popular —quizá demasiado para el gusto de Orso. Traicionada y dada por muerta, la recompensa de Murcatto es un cuerpo desfigurado y una sed de venganza que no se detendrá ante nada. 

Sus aliados son el borracho menos fiable de Styria, el envenenador más traicionero de Styria, un asesino en serie obsesionado con los números y un bárbaro que quiere enderezar su vida… Entre sus enemigos están los más poderosos del país, y eso antes de que el Orso envíe al hombre más peligroso para acabar con ella… 

La mejor venganza es una novela independiente que tiene todas las características que hicieron un éxito de la trilogía La primera Ley . 

Todo tiende a evolucionar. La premisa de renovarse o morir se convierte en una constante excusa para hacer las cosas de manera diferente a la establecida, dando un rodeo en lugar de seguir un camino fijado y a la larga como suele suceder siempre que repetimos la ruta una y otra vez, aburrido pero que a la vez unas pautas silenciosas o normas no escritas han señalizado como la vía más segura. Si aplicamos esto a la literatura fantástica al final retomaríamos de nuevo el ya repetido aquí mismo tema del peligro del estancamiento argumental en los géneros literarios.
Sin embargo , en ocasiones la gente tiene una idea bastante equivocada sobre lo que es la fantasía (A veces hasta yo mismo me incluyo) ¿O quizá es que ha evolucionado tanto que hasta a nosotros nos cuesta reconocer cuándo las características del género se mantienen o dejan de existir?
Caballeros de brillante armadura, criaturas mitológicas o surgidas de mentes hiperactivas, razas casi mágicas que conviven con los humanos, mundos inventados y creados como si el escritor fuera lo más cercano que existe en el mundo a un dios... todos ellos son ingredientes que aún hoy perduran a la hora de que los autores sigan creando historias de fantasía, y muchos son los lectores que disfrutamos de ellas, aunque cada vez son más os que optan por otro tipo de fantasía donde la magia, los estereotipados héroes portadores de armas encantadas y los gigantescos monstruos a los que han de enfrentarse en su largo viaje en pos de un tesoro (y no todos los tesoros tienen que brillar), han dejado lugar a historias cuyo realismo y carencia de elementos inventados nos aproximan  más a la credibilidad de estas.

Hay muchos referentes para explicar esta nueva vertiente fantástico-histórico-fictícia, pero sin duda el más nombrado, reconocido y reverenciado es sin duda la obra de George R. R. Martin, más contretamente su saga CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO. Y es que, pese a que las últimas entregas de una saga que está haciendo historia tanto en libros como en televisión se caracterizan por su innecesario relleno más que por cualquier otra cosa, hay que reconocer que Martin ha creado el ejemplo perfecto de como se puede hacer fantasía sin recurrir a una "guía para parecerse a Tolkien" y sobre todo, de como convencer al mundo de que este género no tiene porque ser ni mucho menos, cosas de niños y jóvenes con la cabeza llena de mariposas. Quizá esa influencia haya sobrepasado ciertos límites, creando hordas de seguidores incapaces de ver más allá de sus narices, esperando con ansias el próximo libro del rellenito escritor, como si realmente no existieran otros libros en el mundo, reclamando, o mejor dicho, exigiendo a Martin que deje atrás banalidades como vivir o disfrutar de su tiempo para encerrarse en su escritorio y quemar el procesador de textos, pero bueno, eso ya es otra historia.

Como digo, hay muchísimos ejemplos ademas de Martin que cultivan esta vertiente fantástica, entre los cuales, el nombre de Joe Abercrombie se ha convertido en sinónimo de calidad.

Cubierta de la edición inglesa de LA MEJOR VENGANZA.


A Abercrombie le bastó con su trilogía LA PRIMERA LEY, compuesta por LA VOZ DE LAS ESPADAS, ANTES DE QUE LOS CUELGUEN y EL ÚLTIMO ARGUMENTO DE LOS REYES para situarse entre los más prometedores autores del género fantástico, gracias a una obra donde destacaban personajes memorables, escenas sanguinarias y tramas que se volvían más intentas a cada página que pasábamos.
Recientemente volvió a coronarse como uno de los mejores escritores del género con una nueva trilogía. Esta vez, EL MAR QUEBRADO se presentó como su aportación personal al ámbito más juvenil, aunque no tardaríamos mucho en darnos cuenta a través de escenas llenas de brutalidad y sentimientos nada acostumbrados para mentes adolescentes de que al autor le costaba mucho quitarse el sambenito de sanguinario y mordaz. MEDIO REY, MEDIO MUNDO y MEDIA GUERRA se convirtieron sin duda en unas de mis lecturas favoritas del pasado año y principios del presente.

Pero no olvidemos tan rápidamente el basto mundo que vio la luz con su primera trilogía. Abercrombie no lo hizo, y gracias a ello escribió tres novelas independientes cuya herencia directa con sus primeras obras es evidente: LOS HEROES, TIERRAS ROJAS y anteriormente a estas y la que nos ocupa hoy, LA MEJOR VENGANZA.

Lejos de exhibir las batallas de proporciones épicas de LA PRIMERA LEY, de llevarnos a su viaje en búsqueda de algo que salve al mundo o lo mantenga tal y como es, o de actos donde hasta la mismísima mano de los dioses mueve los hilos del destino, LA MEJOR VENGANZA nos muestra una historia mas primordial, más básica y humana: La venganza, tal y como su título nos recuerda. Y Abercrombie demuestra de nuevo que no hace falta enfrentar a estados enteros entre si o a héroes luchando contra poderes desconocidos para conseguir una historia enorme.
El autor británico adapta al género de la espada y brujería su propia receta resultante de la mezcla de HAMLET de Shakespeare, EL CONDE DE MONTECRISTO de Dumas y KILL BILL de Tarantino, en una, solo en apariencia, tradicional relato Rape & Revenge (aunque precisamente la protagonista sufre de todo menos la violación).

Monza Murcatto, mercenaria a las ordenes de Duque Orso, cuya reputación recorre cada rincón del mundo, eclipsando incluso la de su líder, es traicionada por sus compañeros, mutilada y terriblemente herida, dada por muerta y tirada como un despojo, pero sus asesinos descubrirán a su tiempo que el haber prevenido de esa manera las consecuencias que hubiera causado la cada vez más creciente fama de Murcatto, puede haber sido un gravísimo error.
Como es de suponer, nuestra heroína no estará sola en su lucha contra la tiranía de Orso y en su afán por acabar uno a uno con los siete hombres que tiraron su vida por un barranco, y se rodeará de los más peculiares personajes. representaciones todos ellos de un mundo fantástico que tiende a la oscuridad y a la violencia que suscita. Un envenenador, un guerrero llegado del norte, un asesino en serie, una torturadora o un traicionero mercenario son algunos de los personajes que ayudarán a Monza a cumplir su objetivo, si es que lo consigue. Y como dice Martin en su nota, "... Y esos son los buenos"

En LA MEJOR VENGANZA encontraremos los mismo ingredientes de los que disfrutamos en la primera trilogía del autor, lo que se traduce en lo que comentábamos en las primeras líneas de la reseña. Abercrombie opta por una fantasía más realista, dejando de lado extrañas alianzas o rencillas con distintas razas de criaturas dominantes o personajes que recurren a los conjuros para levantarse la tapa del váter y prefiere dejarse influenciar por multitudes de referencias históricas y sobretodo verídicas. Todo esto no solo se verá reflejado en fauna y flora, sino también en los escenarios, vestimentas, costumbres y política. Ya llamó la atención en su momento en LA PRIMERA LEY las fuertes referencias que la novela poseía estética y gubernamentalmente de los últimos años del Renacimiento y principios del siglo XVIII, alejándose de estos y acercándose a culturas más barbaras a medida que nos movíamos al norte o a zonas menos pobladas. Esta estética dota a la novela de cierta veracidad falsa, es decir, que aunque sepamos que la novela no deja en ningún momento de pertenecer al genero de la fantasía, sí que da al lector cierta sensación de proximidad y da a su mente menos trabajo a la hora de imaginarse sus escenarios y personajes.

Cubierta de la edición Americana de LA MEJOR VENGANZA


Esos mismos personajes que pocas veces se han visto tratados de la manera que lo hace Abercrombie.
Uno no sabe si el autor ama u odia a las personalidades que salen de su mente. Es común en este tipo de historias ver a sus protagonistas recorriendo un viaje que, entre los objetivos establecidos por ellos o las circunstancias, se encuentra el de encontrarse a si mismo, evolucionar como persona, guerrero o sabio, pasándolas putas por el camino, porque si no, todo sería muy aburrido. Bilbo Bolsón encontró en su interior un espíritu aventurero que creía inexistente tras sus paseitos en compañía de enanos. Bastian aprendió que la verdadera fortaleza surge de la inteligencia y la imaginación. Rincewind descubrió a las malas que ante cualquier muestra de peligro, lo mejor es salir corriendo perdiendo el culo.
Sin embargo lo que solemos encontrar en las obras de Abercrombie, no es el crecimiento del personaje, sino su desgaste y en ocasiones derrumbamiento, dejando aflorar el lado más humano del sujeto, que suele resumirse en que todos, por muy valerosos, inteligentes y buenas sean sus intenciones, todos cometen errores, todos son vulnerables a armas que a veces no necesitan filo para herir o aniquilar una vida, un ideal o un sentimiento y, por supuesto, absolutamente todos son propensos a sufrir la traición de los más allegados cuando la recompensa viene en forma de brillantes monedas o cargos importantes. Sus protagonistas son puestos al límite, a veces de manera totalmente impredecible que nos hace pensar "Cómo puede ser tan cabrón como para hacerle esto a alguien". En las novelas de Abercrombie un debe aprender que el más malo no siempre es derrotado y que el perrito más bonito no tiene por que ser invulnerable a una patada.

No solo empatizaremos con ellos por lo mal que nos lo harán pasar, sino porque cada uno de ellos es una pieza única de orfebrería de la mas delicada manufactura. Cada una de las figuras que se colocan en el tablero de este juego por el poder esta cuidada hasta el último detalle y sus personalidades son únicas y nunca confundibles con las demás. No van a faltar algunas de las celebridades que aparecían en la primera trilogía (algunas aparecerán en persona y otras serán mencionadas en muchas ocasiones, por lo que aunque no es necesario leer las novelas que anteceden a esta, sí que es recomendable), pero destacarán por encima de todo los nuevos personajes que se nos presentan en LA MEJOR VENGANZA, desde su protagonista principal Monza Murcatto, hasta Escalofríos al cual ya tuvimos la posibilidad de conocer en obras anteriores, aunque aquí toma un papel de bastante importancia, así como el de un viejo conocido borracho y embustero. Pero personalmente destacaría dos personajes a los que he leído con muchísimo cariño, Amistoso, bajo cuyo singular nombre se escribe un asesino con una enfermiza obsesión por los números y Morveer, envenenador a tiempo parcial y poeta frustrado a todas horas. Autenticas delicias cuyas acciones y reacciones los convierten en claros ejemplos de que Abercrombie hace tiempo tiro los clichés de la fantasía a la papelera y les prendió fuego.

Hay quien dice que LA MEJOR VENGANZA es su mejor novela. Los hay quien dicen que no está a la altura de la trilogía de LA PRIMERA LEY. Lo que si es cierto es que si has disfrutado de algún libro de Joe Abercrombie, lo que encontrarás aquí no te pillará de sorpresa. Sus escenas de acción son frenéticas y bañadas en sangre, tripas y sustancias que es mejor no nombrar, sin censura y donde el lector desconoce quién será el próximo en caer debido a los constantes giros argumentales  y sorpresas. Los diálogos esconden escenas memorables por las que se mueven los personajes que, al fin y al cabo, son el pilar principal de la obra. ¿Se hacen largas las más de 800 páginas que la componen? En ocasiones, no lo voy a negar. Hay momentos en los que hubiera preferido que la historia, por muy previsible que pudiera haber resultado, hubiera mantenido esa dirección íntima y lineal con la que comienza, en lugar de los enfrentamientos políticos que poco a poco van ganando protagonismo.
La magia de nuevo queda relegada a su mínima expresión, aunque no por ello esté totalmente extinta, y ciertas cuestiones que quedaban en el aire tras EL ÚLTIMO ARGUMENTO DE LOS REYES serán resueltas, manteniendo otras que ¿Quién sabe? Quizá sean respondidas cuando me aventure con LOS HÉROES.

LA MEJOR VENGANZA es una novela imprescindible para todo aquel que busque una nueva manera de ver a fantasía, de manera mas oscura, cruda y por lo tanto realista, que no tenga miedo a no encontrar héroes en sus páginas, de adorar a un personaje para, momentos después desearle la mas terrible de las muertes y viceversa. ¿Una alternativa mientras uno espera los próximos trabajos de George R. R. Martín? No. Más bien es una razón para darle definitivamente la espalda.

Por cierto, en nombre de todos los dioses, ¿A qué se debe la horrible portada de la edición española? Resulta extraño que todas las obras pertenecientes al mundo de LA PRIMERA LEY mantengan su estética a cargo de Gollancz Art, e incluso su formato, ya que todas se han editado en tapa dura menos el presente título, que no solo ha mantenido su formato en rústica sino que se ha visto despojada de su portada original, irónicamente ganadora del Ravenheart Award en 2010, para sustituirla por ese aberrante montaje creado por alguien que no tenía muy clara la física de las sombras que proyectan los objetos. Una autentica pena de edición (tan horrible como su edición alemana) para una gran obra.

Arte conceptual por Darey Dawn

miércoles, 4 de mayo de 2016

Reseña: CIANURO Y CHOCOLATE de Fayna Bethencourt



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

CIANURO Y CHOCOLATE de Fayna Bethencourt.

Cuando el amor se convierte en la soga de la que pende tu cuerpo y los demonios se visten de madre que te da la mano, de marido siempre fiel o de hijo en tu regazo, es cuando las buenas intenciones de los seres más queridos pueden resultar tan letales como las puñaladas que te asesta ese asesino mientras te jura amor eterno.

Los monstruos de verdad no viven en cuevas ni salen de ningún ataúd. Ellos te sonríen y te tienden la mano, o te miran desde el espejo donde ves reflejado tu rostro cada mañana.

Porque las sombras de verdad, esas que se escapan de los armarios de los niños para arrastrarlos hacia el mundo de sus pesadillas, no vienen de mundos inventados. El verdadero horror tiene forma de ser humano.


"¡La concursante de “GH2” ha escrito “cianuro y chocolate” una antología de relatos de terror que no puedes perderte!"

Así es señoras y señores. Esta demoledora frase es con la que la editorial Dolmen promociona el presente trabajo. ¿Qué más da el talento literario que pueda tener uno u otro autor?, ¿A quién coño le importa en que otros trabajos que no tengan que ver con la escritura ha participado Fayna Bethencourt?, es más... viendo la naturaleza del mensaje, ¿A quién le importa la literatura?

Vivimos una época en la que está visto que cualquiera puede publicar... cualquiera que tras su paso por los medios mediáticos como la televisión o youtube hayan cosechado un número en ocasiones abusivo de "seguidores" que comprarían un trozo de papel higiénico usado un día de fuertes diarreas de su preciado ídolo. No digamos ya un libro, aunque el destinatario de tal obra apenas sepa leer y mucho menos tener un mínimo criterio literario. Basta que en la solapa venga el nombre de su querida colaboradora de programas de cotilleo o el de ese chaval que se dedica a hacer y decir gilipolleces delante de una webcam y que de vez en cuando juega a videojuegos. Unos no saben hablar de otra cosa que de su vida (Uy perdón, ¿ Estoy insinuando que la gente que trabaja en cadenas de televisión movidas por el morbo ajeno tienen la inteligencia suficiente como para escribir sus propios libros? No quería confundiros), los otros se limitan a recopilar hot topics y memes de internet y atribuírselos como propios para sus publicaciones, destinadas a crear colas kilométricas en sesiones de firmas y presentaciones antes que aportar algo, por mínimo que sea al mundo de la literatura.

Y por supuesto, otra de las cosas que consigue el hecho de que en este país importe más tu paso por platós televisivos que tu verdadero talento a la hora de escribir, es que la imagen de autoras como Fayna Bethencourt se vea empañada con promociones como la que los señores de Dolmen usan para CIANURO Y CHOCOLATE. Ojalá se esforzaran lo mismo por corregir sus obras, pero de eso hablaremos más adelante.

CIANURO Y CHOCOLATE es una nueva novela "reciclada" incluida en su abandonada línea Stoker. Reciclada porque al igual que hicieron con novelas como RENAISSANCE de J. J. Lucas o ESPAÑA: GUERRA ZOMBI de Jaime Noguera, han optado por agenciarse los derechos que anteriormente pertenecían a otras editoriales o han cogido directamente obras que estaban gratuitas en formato digital para engordar su catálogo. Que conste que no lo veo mal. Indiferentemente de la calidad de las mismas no deja de ser una manera de recuperar títulos descatalogados o permitir el acceso a personas que, como yo, solo leen en formato papel.

Este debut en solitario de Fayna fue publicado anteriormente por la doblemente desaparecida (o fugada) editorial Dissident Tales. Ahora, ha llegado el momento de compartir catálogo con autores como Víctor Conde, Víctor Blázquez o Juan de Dios Garduño. ¿Lo merece de verdad o de nuevo la influencia mediática ha hecho de las suyas para traernos otro bodrio sin talento ni alma?

Lo merece. Y mucho, pese a sus fallas.

Obviamente, perteneciendo a una colección como es la Línea Stoker es fácil deducir que lo que mayormente vamos a encontrar en su antología es terror. Pero no un terror lleno de zombis, monstruos con tentáculos en los tentáculos y demás seres de pesadilla que los más eruditos intentan hacernos creer que en realidad son reflejos del lado más oscuro de nuestra humanidad, o fantasmas que representan los sentimientos escondidos de las personas cuando son mostrados al mundo exterior. CIANURO Y CHOCOLATE trata de seres humanos haciendo cosas de seres humanos. Lo que viene siendo el hacerse daño unos a otros empujados por la locura, la obsesión e incluso ideas tan formales, admiradas y a la vez arbitrarias como es el amor.

Sus relatos poseen, aparte de buena cantidad de violencia, sangre y venganza, una fuerte crítica social en numerosos temas de actualidad como pueden ser la sexualidad, la educación o la violencia de género. De ese modo prácticamente de cada uno de los textos se puede sacar una moraleja, una especie de lección ética a modo de terapia de choque que viene a decir que, por ejemplo, para que en un futuro no hagas bullying te lo voy a hacer yo a ti y así ves lo que se siente.

El estilo de Fayna es simple, sencillo y por lo tanto eficaz hasta la médula. No busquéis en sus letras metáforas rebuscadas o pasajes que invitan a la reflexión o simplemente a escribirlas en la carpeta de clase junto a la foto de Paulo Coelho o Stephenie Meyer. La autora va a lo que va, y es a relatar unos hechos, su causa y su efecto, manejando para ello personajes de variado género, edad y condiciones. Un punto a favor, ya que cada historia tiene unos personajes únicos y bien esbozados, no como algunos autores, cuyos relatos poseen protagonistas que son copias de sí mismos.  Como decíamos anteriormente, rara vez recurre al terror fantástico y/o paranormal, dejando vía libre al suspense y jugando con los finales impredecibles... cosa que por desgracia no consigue.

A ver, nunca me las he dado de listo porque no lo soy, pero ninguno de los relatos que componen CIANURO Y CHOCOLATE me han pillado de sorpresa en lo referente a sus desenlaces, siendo estos adivinados más pronto que tarde, restándole muchos puntos a cualquier lector que tenga el género de terror como uno de sus favoritos, porque por poco que uno lea de este tipo de literatura le sirve para descubrir que a muchos relatos de Fayna les falta originalidad, o al menos un estilo, un tipo de horror que dé personalidad a su obra. Concluyendo, se podría decir que Fayna Bethencourt escribe buen terror (Esta antología es una muestra de ello), pero no SU terror, puesto que bebe de multitud de influencias ofrecidas por el cine y la literatura y dejando al lector con un sabor de boca que no le resulta en absoluto nuevo. Concluyendo aún más: Fayna Bethencourt es una autora de gran potencial pero con falta de ideas propias más originales (por ahora).

CAOS es el primer relato que se nos presenta en la antología, el cual no es sino una especie de Redneck American Psycho en versión española. Una historia llevada correctamente aunque innecesariamente alargada si tenemos en cuenta el objetivo al que se quiere llegar, la cual sustituye la originalidad por una necesidad de dejarse llevar por la violencia. Personalmente hubiera preferido que la autora pusiera más énfasis en reflejar de manera detallada los sentimientos del protagonista, por muy locos y censurables que fueran, en lugar de dar vueltas y vueltas y no saber cuando parar a la narración de un acto violento tras otro. Este tipo de historias exigen personajes profundísimos que sean algo más que una mano ejecutora.

VOLAR EN PEDAZOS habría sido un relato sumamente impactante... si no se hubiera cruzado con un lector curado de espanto, ya que tanto la idea principal de la historia (los niveles de locura a los que se puede llegar por amor) e incluso su desenlace poseen herencia indirecta de otro relato que leí hace tiempo escrito por Graham Masterton e incluido en la obra EL HIJO DE LA BESTIA (Valdemar Insomnia). No obstante el trabajo que aquí realiza Fayna es más ameno, de alta carga sexual y obsesiva y con resultados bastante impresionantes si no se ha catado la obra del mencionado Masterton.

Y si ese relato no ha conseguido pillarme desprevenido, CASCABELES sí que consigue alcanzarme con la guardia baja. De cortísima duración pero intensísimas emociones, la autora maneja aquí un terror engañoso bajo una fachada simplista y que esconde (aunque no mucho) un desenlace bastante más duro y sentido en comparación con lo que llevamos leído en la antología...

... por lo que PENA Y OLOR A FRESA es el relato ideal para situarse a continuación. De fuerte crítica social, consigue confundir al lector dejándole sin opción a elegir bando y siendo víctima de un fuego cruzado de sensaciones, mientras esquivamos balas que tristemente van grabadas con circunstancias terriblemente verídicas en el mundo actual.

Lo de MALA RACHA no es leer un relato. Más bien es descifrarlo, porque la chapuza que ha hecho la editorial con la maquetación (todos los relatos tienen erratas bastante graves, pero a partir de éste la cosa se vuelve imperdonable). Sobre la historia en sí, aquí parece que la autora rompe su propia regla de tratar el terror de forma natural y humana para teñir a una trama que gira en torno a las supersticiones de un ligero y adecuado tinte sobrenatural. El texto resulta interesante pese a que a medio tramo pierda fuelle y su desenlace pese a ser previsible como de costumbre termina resultando demasiado amable.

EL ORDEN DE LAS COSAS pretende abordar o modo de crítica un tema de suma importancia, invirtiendo los papeles en una justa balanza ética. Hasta ahí bien. Por desgracia el resultado parece no llevar a ninguna parte y el conjunto resulta insuficiente por la falta de sorpresa o justificación de los hechos. Cualquiera diría que estamos ante un relato escrito por puro desahogo en lugar de para contarnos algo.

Cuando el mismo título del relato hace el amago de destriparte su contenido es que hemos pasado a otro nivel de previsibilidad. TODA LA VIDA Y POCO MÁS, al igual que PENA Y OLOR A FRESA deja el terror apartado para centrarse en el drama y en la concienciación de acontecimientos que son más reales de lo que nos gustaría. Y lo peor o mejor de todo es que el hecho de que sea tan fácil adivinar el final juega esta vez a favor de la narración, aumentando crudeza y emotividad a partes iguales.

Al ver que QUERIDO PAPÁ y SE ADMITEN DEVOLUCIONES apenas ocupaban tres páginas cada uno pensé "anda mira, un poco de relleno",  pero me equivocaba. Los cortísimos relatos desprende intensidad y mala ostia, y pese a que no responde a dudas esenciales, estamos ante un buen par de relatos o un excelentes microrrelatos.

Lo que por desgracia sí me ha dejado con la sensación de haber leído un relleno de la antología es este relato. BIENVENIDOS A CASA MIRTHA es ni más ni menos un refrito de La Matanza de Texas y demás derivados similares sin apenas un ápice de originalidad, alargándose sin sentido hacia un final adivinado desde el minuto uno. Una lástima.

Finalizamos la lectura con otro de los relatos más largos junto al primero. DESDE LOS HUESOS, es uno de los textos más originales de la autora y por consiguiente uno de los que dotan de más personalidad a su estilo. Su desarrollo es ameno aunque en ocasiones algo forzado, como si a veces le costara saltar algún obstáculo que se lo hubiera presentado, pero cuyo resultado final es notable y sabe dar el escalofrío que busca el lector.

Al lío...

Me vais a permitir que esta vez sea yo el que rompa una regla personal. En este caso la que me hizo prometer que nunca iba a faltarle el respeto a nadie en este blog, pero es que lo que ha hecho Dolmen con la edición de CIANURO Y CHOCOLATE es de lo más deleznable, ruin y miserable que he visto nunca, y nos ha faltado el respeto a todos.
No exagero. Nunca en la vida había visto un libro al que el maquetador y el corrector hubieran maltratado de esta manera, convirtiéndolo en una lectura inviable, difícil y desesperante. Casi todas las páginas que componen la obra (casi 200) contienen erratas. En los primeros relatos se limitaban a guiones entre palabras sin venir a cuento, fusiones de otras, desaparición de adverbios, lo de siempre vamos, una tradicional firma de las publicaciones de la editorial. Pero es que a partir del relato MALA RACHA la cosa va complicándose, y a los fallos que ya he mencionado habría que juntarle diálogos sin señalizar con su respectivo guión, otros diálogos que se mezclan entre sí o con la narración, saltos de una linea a otra cortando la frase, repetición de palabras, frases ¡E incluso en BIENVENIDOS A CASA MIRTHA un fragmento de media página!
Os juro que pese a que estaba disfrutando de la lectura ha habido un par de ocasiones en los que he estado a punto de abandonarla debida al cansancio mental que supone leer algo tan jodidamente mal confeccionado. Señores de Dolmen, si pagáis a una persona como Pilar Lillo para corregir una novela (aunque estoy segurísimo de que muchas erratas son de su propia cosecha porque, recordemos, esta antología ya fue publicada en otra editorial y dudo mucho que en su momento tuviera tantas) y a Laura Ruiz para su correcta maquetación, creo (llamadme loco si queréis) que lo mínimo que autor y lector esperan es que se haga correctamente el trabajo, porque hay que ser muy hijos de la gran puta como para permitir que esta basura, por muy bien escrito que esté se venda en librerías. Primero puse en duda vuestro criterio a la hora de valorar algunas obras, luego dudé de vuestra profesionalidad al ver que ahí se puede publicar cualquier cosa con el enchufe o cargo adecuado. Ahora dudo incluso de que apreciéis o tengáis un mínimo de amor hacia el elemento que, al fin y al cabo es vuestra herramienta de trabajo principal: La literatura. porque repito, lo que habéis hecho con la obra de Fayna, es cagaros encima.

De verdad, os recomiendo darle una oportunidad a CIANURO Y CHOCOLATE de Fayna Bethencourt, una autora que ha sabido imponerse a las etiquetas mediáticas sacando adelante un trabajo más que decente y que si en un futuro es capaz de sacar de su mente una historia nunca vista puede dar mucho que hablar. Pero eso sí, si tenéis la oportunidad de encontrar la obra en otra edición, por difícil que sea, no lo dudéis, porque el maltrato que Dolmen ha prácticado con el trabajo de esta chica es vergonzoso y denunciable. Me sorprende que hayáis sabido escribir bien su apellido en la portada.


domingo, 1 de mayo de 2016

Reseña: SOLOS. LIBRO UNO: ORIGEN de Álvaro Fuentes.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

SOLOS. LIBRO UNO: ORIGEN de Álvaro Fuentes.

Cuando todos a los que amas ya no están. Cuando todo lo que te queda es levantarte otro día para seguir luchando. ¿Qué es lo que hace que sigas a delante...? La esperanza.

Alicia trabaja como canguro en sus horas libres cuidando a Naiara y Dani, los hijos de un matrimonio acomodado. Es la noche de San Juan y ella se queda con los dos niños mientras los padres se van a disfrutar de la fiesta del encendido de las hogueras. Nadie imagina que esa noche la existencia, tal como la conocemos, cambiará para siempre. Una plaga ha tomado el mundo y se extiende como una mancha de aceite, arrasándolo todo; los muertos han vuelto a la vida. Alicia, Naiara y Dani tendrán que permanecer unidos y hacer frente a las adversidades para tratar de ponerse a salvo.

"Solos" (Origen) es un relato de supervivencia, una carrera contrarreloj en la que los protagonistas descubrirán que los seres humanos pueden ser más peligrosos que los propios zombis.

En la anterior reseña creo que ya hablamos de la importancia en la literatura de un tema como es el estancamiento de un género en concreto y de como esto, a la larga. termina condenándolo en lugar de convertirse en una virtud o en una seña de identidad.
Anteriormente, comentamos como funcionaba este efecto en la literatura fantástica, un género que a fin y al cabo dispone de una amplia libertad en todos los aspectos para que ni se nos pase por la cabeza el pensar que sus autores y obras tienen los días contados o que su imaginación ya no da para más creando copias de copias de otras copias. La fantasía, así como la ciencia ficción o el terror siguen siendo árboles de fuertes raíces, capaces de dar maravillosos frutos si se le cuida con asiduidad. No obstante, por muy sano que esté un árbol siempre hay que podar de vez en cuando ramas muertas o que se alargan tanto que terminan dificultando el crecimiento del resto.

Parece ser que al jardinero de turno se le escapó una de esas ramas en la última poda. Una con una "Z" grabada en él.
Si la fantasía es una muestra de superación, de un desbordamiento de imaginación que no escasea lo suficiente para que no deje de seguir en auge y pariendo grandes autores llenos de ideas, la literatura Z es todo lo contrario. Los libros de zombis son (Que ironía) los muertos vivientes del terror. Un género que lleva muerto mucho tiempo y que por simple cabezonería o no saber cuando decir basta, sigue sacando títulos tras títulos a grito de "más cantidad, menos calidad" saturando el mercado editorial y el de autoedición. Sus argumentos, como sus monstruos protagonistas no muertos, se tambalean sin rumbo fijo, siguiendo unos pocos instintos primarios que aquí podría traducirse en argumentos repetitivos, sin ápice de originalidad, que repiten una y otra vez los mismos esquemas y tramas que George A. Romero creó para LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES y sus secuelas. Un esquema que he repetido en numerosas ocasiones en el presente blog pero que me gustaría recordar a modo de guía para demostrar que cualquiera puede creerse capaz de escribir una novela de zombis:

1) Presenta a un elenco de personajes de variada naturaleza pero donde predomine la gente de calle, en un aburrido intento de hacer que el lector se refleje en los "héroes" de la historia.
2) Para amenizar la vida de estos individuos, crea una dolencia muy contagiosa que convierte a los afectados en muertos vivientes. Puedes decir el origen o no, lo importante es que la humanidad este condenada en lo que un funcionario con prisas tarda en beberse un expreso.
3) Lleva a los supervivientes a un refugio (matando a unos cuantos por el camino para que el resultado final sea mas dramático) donde podrás elegir entre una amplia variedad de establecimientos pero que sin embargo terminaras eligiendo un centro comercial porque mola más y abasteces a la gente de suministros, así te quitas de en medio la excusa del hambre y te centras en los pobres zombis.
 4) Para crear un poco de critica social y dejar claro que estas muy concienciado con la falta de ética de la humanidad en casos extremos, aparca a los muertos vivientes por un momento y empieza a generar peleas entre los vivos. Violadores, drogadictos, religiosos, muertos de hambre,... todos son buenas piezas para formar tu propia batalla campal dentro de los muros de una fortaleza que aparentemente es segura. Si no se te ocurre nada siempre puedes meter en escena un grupo militar que jode más que ayuda o, en casos ya muy radicales y de necesidad, un cura o fanático religioso obsesionado con la idea de que los zombis son un castigo divino y blablabla. Lo importante es que los mates a casi todos y solo sobrevivan milagrosamente los menos preparados y con peores preparaciones de combate, pero que aún mantengan la esperanza de un futuro libre de la mortal plaga. Todo muy bonito y muy hippie.
5) Si tienes la suerte de contar con editorial (ya sea por méritos propios o por enchufe) llama a Daniel Exposito o a Alejandro Colucci para que te haga una portada llamativa chachi piruli. Si no tienes recursos y la vas a poner a precio de chicle en Amazon, siempre puedes recurrir a un banco de imágenes de zombis libres de derechos que puedes encontrar en Internet.

¡Et voilà! Ya tienes lista tu novela Z. Ahora solo tienes que convertir tu cuenta de twitter o de cualquier red social en un criadero de spam para demostrar que tu obra se vende sola y por los mismos méritos propios por los que, según tu, todas las editoriales se mataban por conseguir los derechos pero que tú, que te mola ir de idealista con la idea de acercar el talento que Dios te ha dado a cuanta más gente mejor y despotricas sobre los abusos de los sellos editoriales, prefieres ponerla a céntimo el kilo en formato digital.

Me divierte la gente que le echa la culpa a esta falta de originalidad a series como THE WALKING DEAD o a novelas como GUERRA MUNDIAL Z diciendo que indirectamente influencia mucho a los autores o que ha creado una moda que se ha terminado masificando hasta convertirse en literatura de consumo y que no para de parir obras tipo "lee y olvida". Es más fácil echarle la culpa a una buena serie en lugar de echársela a la falta de talento de muchas personas con ganas de decir a sus familias y amigos que son "escritores" y que para ello tiran por el recurso fácil de la literatura, que es en lo que tristemente se ha convertido esto. Queridos lectores, el género Z se ha matado a sí mismo. Y lo ha hecho porque le habéis dejado hacerlo, aun sabiendo que quedaba muchísimo por aportar, que la figura del muerto viviente como origen del fin del mundo pues ser presentada de mil maneras que aún a nadie se le ha ocurrido...

... Venga, que nos conocemos. Ahora es cuando esperáis que dé un giro completo al argumento y suelte una frase como "Sin embargo hay autores como Álvaro Fuentes cuya obra supone una renovación del género y hace sentir al lector como si estuviera ante su primera novela Z..."

Pues no.

Álvaro Fuentes, creador de la famosa Línea Z de Dolmen (¿Creador de qué, cómo y por qué?) presenta su primera novela SOLOS como la nueva promesa de un género concienzudamente caduco y con más necesidad de innovación que un heroinómano de su dosis. Y el resultado resulta llamativo... si no sabes lo que es un zombi. O si no sabes lo que es un libro.
Parémonos un momento a leer la nota que acompaña a la reseña, concretamente la que dice: "es un relato de supervivencia, una carrera contrarreloj en la que los protagonistas descubrirán que los seres humanos pueden ser más peligrosos que los propios zombis." Bien. Ahora coged esta misma frase y ponedla en la contraportada de cualquier novela Z de la misma editorial o de otra. Os lo pongo fácil con ejemplos como DE MADRID AL ZIELO, ESPAÑA: GUERRA ZOMBI, LOS CAMINANTES, APOCALIPSIS Z, SPANISH ZOMBIES, etc... Conclusión, que parece una de esas frases que se tienen memorizadas en el procesador de textos para estampárselo a casi cualquier nueva publicación que siga el esquema anteriormente narrado.

Pero como soy gilipollas, aún pensando desde el primer día que leí la sinopsis que SOLOS no iba a dejar de ser una novela del montón le dí la oportunidad que todos merecen, esperando encontrar dentro de una trillada trama un leve resplandor de originalidad, una calidad literaria tan sobresaliente que hiciera que leer lo de siempre pareciera incluso nuevo o un elenco de personajes tan elaborados y originales como no se habían visto antes y que dieran una nueva perspectiva a un mundo postapocalíptico. Y de todo ésto ¿Qué conseguí encontrar? Nada.

SOLOS nos sitúa en una ciudad sin nombre determinado a la que, en homenaje a uno de mis críticos cinematográficos favoritos llamaremos Ciudad Cliché, ya que todo lo que contiene son elementos y personajes sacados de un bazar de segunda mano y cuyos protagonistas han sido contratados en alguna agencia en decadencia de alquiler de talento por horas. Cada capítulo, fragmento y episodio de la novela parece sacado de un juego de piezas intercambiables que pueden enlazarse en esta u otra novela parecida, que las hay a montones. Sin ir mas lejos, el primer capítulo es un sueño premonitorio que hace que la protagonista ya tenga los nervios a flor de piel cuando todo comienza. ¡Qué original!, Creo que es la primera vez que veo ese recurso... Álvaro se esfuerza en crear unos personajes peculiares, en crear una acción en torno a protagonistas sumamente vulnerables como pueden ser un par de niños y una canguro. Lamentablemente terminan resultando parodias de sí mismos. Marionetas rotas sobreactuando y exagerando el reflejo que se quiere mostrar. No hay más que ver a Alicia, responsable de dos niños en pleno fin del mundo, que cuando no está llorando y quejándose, está aguantándose las ganas de vomitar por cualquier cosa. Todo ello bajo encogimientos de corazón y caídas de rodillas ante momentos traumáticos como por ejemplo, haberse quedado sin sal.

El resto de los personajes intentan desempeñar esos papeles dramáticos que tan tradicionales se vuelven es las historias de supervivencia zombi. No faltan malos muy malos, buenos muy buenos (estos últimos tienden a tener menos carisma e inteligencia que un zapato viejo), y da la sensación de que a veces el autor no tiene muy claro que hacer con ellos en momentos concretos, así, por ejemplo (Ojo, amago de spoiler) Álvaro dedica un capítulo entero a presentarnos a un personaje que puede dar mucho de sí dada su historia pasada y su increíble habilidad para, en el siguiente capítulo, aniquilarlo sin haber podido dar uso de su cuasi milagroso talento ni haber hecho realmente nada destacable, dejándonos a los lectores con cara de haber perdido el tiempo leyendo su historia o cuestionándonos si realmente ese capítulo no estará ahí de relleno. ¿Qué pasa? ¿Has querido emular a esos escritores que hacen que te encariñes con un personaje para, acto seguido matarlo en las peores circunstancias dejando así la idea de que cualquier en vulnerable en un mundo donde impera la ley del más fuerte? Lo siento mucho, pero hace falta más del susodicho capítulo para que el lector siquiera levante una ceja ante la "sorpresa". Y no es la única vez que pasa.

Hay un par de escenas interesantes, no todo va a ser malo. secuencias que si bien no llegan a ser alardes de originalidad, si que están bien llevadas y construidas, consiguiendo que se sienta buena parte de la tensión que se propone. Por contra, no puedo decir lo mismo de otros momentos importantes, como pueden ser dos de las escenas que se supone que deberían llevar la mayor carga emocional del libro y que, por desgracia, parecen de chiste debido sobretodo a lo forzoso e irreal de la situación. Un "joder, tengo que crear aquí un efecto dramático de esos por los que los lectores me odien por ser tan cabrón con mis personajes", pero como he dicho, si ya los mismos personajes principales son de atrezzo, si ya de por sí cuesta creérselo, a ellos y a sus emociones, difícilmente nos vamos a apenar o alegrar por las cosas que les pasa. Nadie se pone triste si a una piedra le da el sol o se moja un día de lluvia ¿no?

Una curiosidad que se me viene a la mente cuando comparo a SOLOS con el resto de obras similares que tienen el mismo problema pocas veces explicado. Muchas veces cuando los protagonistas deambulan por la calle en busca de alimento, supervivientes o lo que sea, éstas se nos presentan vacías, llenas de coches abandonados en plena huida, incendios, etc. pero nunca se dice que el suelo esté plagado de cadáveres ni manchas de sangre y en la mayoría de los casos no hay ni zombis. entonces ¿Dónde coño están los cuerpos? La población de una ciudad es demasiado amplia para esconderlos en un solo punto y lanzarlos a los supervivientes cuando al autor le venga en gana. No se a vosotros, pero a mi me causa una sensación de irrealidad tremenda, más propio del pasaje del tren de la bruja de la feria del pueblo que de un escenario real.

Sobre la forma de narrar que Álvaro Fuentes plasma en SOLOS, es bastante acertado. Un estilo narrativo muy sencillo, no se alarga con descripciones innecesarias y la acción a lo largo de la obra es bastante abundante si bien, y repetimos por enésima vez, las escenas no es que anden muy sobradas de originalidad. Además, al menos los diálogos son bastante realistas. Los personajes dentro de lo malo hablan como lo que son, y no como caballeros del medievo convertidos en cajeros de supermercado cuando a lo que realmente aspiraban era a trovadores de sagas épicas (Reíros si queréis, pero eso es más abundante de lo que creéis). Sin embargo, la narración tampoco se libra de sus faltas, y algunas son bastante imperdonables.
No solo hablo del sello personal que Dolmen gusta de firmar sus novelas, eso es chorrocientas erratas que hacen pensar que la obra no ha tenido corrector de ningún tipo y donde abundan la desaparición completa de palabras o el añadido de otras. En otras publicaciones resultaría escandaloso, pero siendo la editorial que es, por desgracia ya es costumbre.
No, el principal problema que hay en las lineas que componen SOLOS es en la falta de separación entre los distintos enfoques. A ver si consigo explicarme: Cuando la acción se desarrolla en distintos puntos o es vivida por distintos personajes con mayor o menor distancia entre ellas, para realizar un , llamémoslo así, cambio de cámara, en una novela se suele recurrir a un corte o pausa señalado por un espacio en blanco entre párrafo y párrafo. De ese modo el lector sabe que hemos cambiado de escenario y por lo tanto de personaje y situación. En SOLOS esto no ocurre en ningún momento, por lo que todo lo que le ocurre a cada uno está mezclado entre sí, y tan pronto estas leyendo como un zombi esta a punto de devorarle los higadillos a alguien y en la siguiente linea te mete el dialogo de otro que a lo mejor está en otra habitación o planeta. ¿Qué encontramos así? Muchísima confusión, algo nada recomendable sobretodo cuando la acción te exige no perderte ningún detalle pero que, por contra, hace que los pierdas todos.

SOLOS no es la peor novela de zombis que te vas a encontrar. No llega al nivel de absurdez de AI: BATALLA FINAL ni a la vergüenza ajena que producen UNA, GRANDE Y ZOMBI, SPANISH ZOMBIES o PROYECTO EXITIUM Z. Es más, si es la primera obra Z que lees puede resultarte interesante y entretenida. Pero los veteranos al género lo único que encontraremos tras una bonita portada de Colucci (que no hace justicia al gesto de Alicia, ya que se la tendría que mostrar llorando o vomitando, no con esa cara de pornstar) va a ser una obra más del género sin un ápice de originalidad, un refrito de secuencias cogidas de aquí y de allá y donde los personajes intentan dar más de lo que Álvaro puede exigirles. Una verdadera pena, porque repito que hay un par de escenas intermedias muy buenas que acaban siendo empañadas por el resto, que no aporta nada y que demuestra, una vez más lo arriesgado que puede ser empezar una saga con un comienzo tan flojo.

Lo que nuevamente quería que fuera un elixir que devolviera la vida a un género, ha terminado siendo una paletada de tierra más que cubra su tumba.

P.d. ¿Hablábamos de falta de originalidad? Por favor, no confundáis esta novela con la escrita por Adam Baker traducida en España con el mismo título y que también trata el tema de los zombis.