sábado, 21 de mayo de 2016

Reseña: EL DIOS ASESINADO EN EL SERVICIO DE CABALLEROS de Sergio S. Morán.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

EL DIOS ASESINADO EN EL SERVICIO DE CABALLEROS de Sergio S. Morán.

SE INVESTIGAN POLTERGEISTS, CRIATURAS MITOLÓGICAS, CONJUROS CELTAS Y PACTOS CON EL DIABLO. 
ESPIONAJE ASTRAL, HERENCIAS DE CASAS ENCANTADAS, 
ESPECIALIDAD DE SEGUIMIENTO DE AMANTES VAMPIRO Y ORCOS MOROSOS. 
NEUTRALIZAMOS DRAGONES DE TAMAÑO MEDIO. 
RESOLVEMOS TU PROPIO ASESINATO. 
LICENCIA DE ARMAS PARA BALAS DE PLATA. 
BARCELONA Y ALREDEDORES. 
SE HABLA INGLÉS Y ÉLFICO. 
ABSTENERSE BROMISTAS Y DEMONIOS DEL CAOS.

Soy Verónica Guerra, alias Parabellum.

Soy a quien llamas cuando la chica de la curva te ha robado el coche. Soy a quien recurre el hombre del saco cuando un extraño e mete en su casa. Soy a quien necesitas cuando descubres una cabeza de unicornio en la cama.

Soy detective paranormal y me enfrento a diario a los sucesos más extraños que puedas imaginar. Pero acabo de encontrar el cadáver de un dios griego en el maletero de mi coche. Y hasta yo tengo un límite. 

Resulta curiosa la costumbre que han tomado muchos autores en convertir sus novelas en el equivalente a un gin tonic moderno. La incursión de nuevos y exóticos ingredientes, la mezcla de sabores que deshabilitan cualquier límite imaginativo y, por supuesto, la extravagante parafernalia con la que se decora la copa viene a traducirse en el ámbito literario como arriesgadas mezclas de géneros, experimentaciones donde se juega con la lírica, las tramas, trasfondos y personajes. Claro está, no van a faltar los que intentan dar una imagen a veces barroca, otras elegante, erudita y casi poética ahogando la historia en un sinfín de recursos literarios tan rebuscados como huecos e innecesarios. Todo ello muchas veces, como cuando nos pasamos con la bebida, acabando en una sensacional borrachera intelectual y la consiguiente resaca, de esas que te hacen replantearte nuevas maneras de decapitaciones autoinflingidas.

Por suerte, cuando un escritor opta en su obra por la creación de algo original a partir de retazos de material ya existente, este suele hacerlo con las ideas bien establecidas, y construye a partir de cimientos resistentes, novelas bastante gratificantes que ademas gracias al uso de tan numerosos ingredientes, muchas veces consigue eclipsar las carencias que sufre con las virtudes que tan alegremente se le ponen a su disposición.

Una de estas ideas que algunos comenzaron como experimentos y han terminado creando casi un género propio es la fusión de la fantasía con casi cualquier cosa. Esta visto que criaturas mitológicas, monstruos de leyendas, seres divinos y demás creaciones surgidas de mentes invadidas de elfos, gnomos y trasgos sienten que sus propios mundos inventados se les han quedado pequeños y han decidido invadir tierras más próximas y realistas, protagonizando historias que van desde el mas escalofriante terror, la delirante comedia e incluso la novela negra.

Son muchos autores de libros o directores de cine los que no han parado de recordarnos constantemente que no estamos solos en este mundo, que las leyendas folclóricas son mucho más que simples cuentos para alegrar o atemorizar a los niños, o que tantos avistamientos de fantasmas no pueden ser casualidad.
Novelas como OTROS REINOS de Richard Matheson, la colosal SUEÑOS Y SOMBRAS de C. Robert Cargill o la fabulosa saga de LA CIUDAD (EL LIBRO DE IVO, EL LIBRO DE SOMBRA) de Juan Cuadra Pérez son ejemplos ideales de lo terrorífico y sanguinario que puede ser involucrarse en los asuntos de otros mundo, dimensiones, puertas a lugares inexplorados o sencillamente invitar a una copa al hada equivocada. Por supuesto, la fantasía es capaz de crear las más divertidas y tronchantes situaciones, enrevesados pastiches protagonizados por personajes de culto en la literatura e incluso a construir relatos policíacos que reflejan los bajos instintos de los seres feéricos, como por ejemplo el, a mi gusto regulera CALLES DE CHATARRA de Alejandro Guardiola.

Lo cierto es que estos combinados que aúnan thriller con elementos sacados de la mejor imaginación fantástica y la historia mitológica pasa por uno de sus mejores momentos y es reclamada por lectores e incluso seriéfilos (no hay más que ver el éxito que cosechan series como Buffy cazavampiros y sus crossovers, Once Upon a Time o Supernatural, por destacar algunas), un ambiente aparentemente ideal para que alguien recopile tantas buenas ideas y las haga formar parte de una serie de novelas policíacas y presentarnos a personajes con intención de hacerse un nombre en el género y darnos motivos para no olvidarlo. Es el caso de Sergio S. Morán, su detective Parabellum y la primera de sus aventuras, EL DIOS ASESINADO EN EL SERVICIO DE CABALLEROS.

Y digo la primera porque estamos ante una obra con todos los ingredientes para ganarse a pulso su séquito de seguidores ávidos de mas casos de esta investigadora de lo paranormal y que, pese a las carencias o fallos que pueda tener (en mayor o menos medida, dependiendo de cada lector) lo merece. Y que coño, un subtítulo como "Un caso de la detective Parabellum" no es que dé muchos opciones para pensar en otra cosa que no sea una larga serie de historias protagonizadas por infinitud de criaturas y nuestra rubia buscafollones. Si no, que le pregunten a Harry Dresden, que creo que tendrá algo que decir sobre como lo que empezó resolviendo un caso con un personaje que también trasteaba con fuerzas sobrenaturales se le fue de las manos a Jim Butcher, su autor.

Morán nos sitúa en la Barcelona de la actualidad y nos lleva a través de un terrenos reconocibles y cotidiano al mismo tiempo que nos enseña el lado más oscuro de sus calles y habitantes. El autor se cuida de no recurrir a referencias complicadas ni a llevar al lector a terrenos demasiado profundos, por lo que un mínimo conocimiento de las mitologías de varias épocas y culturas y unas nociones básicas sobre el mundo paranormal y esotérico son más que suficientes para sentirse cómodo y disfrutar de una lectura muy ligera y que, como toda historia de detectives, invita a indagar, interactuar y atar cabos, es decir, a sentirse uno mismo un investigador que se ha propuesto resolver el caso antes que el protagonista. Lo cual por cierto no es difícil.

La premisa es la misma de siempre. Compartimos mundo con criaturas mágicas que se esconden entre nosotros intentando vivir su existencia de manera tranquila y sin levantar demasiado revuelo. Nombres propios reconocidos por todos y otros ven su rutina en peligro al descubrirse el cadáver de un dios griego en un baño público. ¿Quién lo ha matado?, ¿Cómo es posible matar a un ser que en teoría es inmortal?, ¿Será la primera victima de un plan mucho mayor o un crimen pasional?

Estas y muchas más cuestiones serán las que hagan que Verónica Guerra, alias Parabellum se gane el sueldo. Parabellum, un personaje con un fuerte carisma protagonista capaz, en ocasiones con bastantes dificultades de adaptarse a su entorno y moldear su personalidad, algo tan práctico como necesario en un trabajo como el suyo y su necesidad de ocultarlo. Dulce unas veces, mordaz e irónica otras, llena de valor o derrotada, inteligente y en ocasiones tan tonta que no reconocería una pista ni aunque le mordiera el culo... Estas y otras son las caras de un personaje bien perfilado (Si no me equivoco las primeras apariciones del personaje datan del 2012 en diversas tiras cómicas), con el que se empatiza rápidamente pero con el que también se mantienen ciertas reservas, puesto que realmente tampoco llegamos a conocerla del todo, ni sabemos cuales son sus sentimientos predominantes ante el amplio catálogo que nos muestra, y sobretodo no sabemos nada de su pasado, sino que el autor nos lanza a Parabellum a la cara, recién moldeada y ahí te las apañes.
Parabellum es un poquito John Constantine, un poco Harry Dresden, un poco Harry el sucio y mucho de Verónica Guerra, pero el mismo personaje nos pide a gritos saber más de ella, de su pasado, de como llegó a ser lo que es.

Como buen relato de novela negra no van a faltar incógnitas por descubrir, acción, persecuciones, giros argumentales e historias paralelas entre las que iremos saltando desde ligeras menciones por parte del autor a sumergirnos de lleno en la trama de turno, a veces creyéndonos que estamos en una partida de la Oca, volviendo a la casilla anterior o saltándonos de golpe otras. EL DIOS ASESINADO EN EL SERVICIO DE CABALLEROS tiene fantasía y acción. Y también muchísimo humor.

Hay quien no ha dudado en llenarse la boca de comparaciones con Terry Pratchett, cuando lo que consiguen es que un servidor llegue a la conclusión de que o bien esa persona no ha leído ningún libro del novelista inglés o bien es incapaz de diferenciar la sonrisa provocada por una persecución de Benny Hill y un guiño de Chaplin. En lo único en que el humor de Sergio S. Morán puede recordar a las obras de Pratchett es en la fusión de esa comedia con temática fantástica, en convertir a seres casi divinos o divinos en algo demasiado parecido a seres humanos, con sus manías o defectos. Sin embargo en las aventuras de Parabellum se denota un fuerte carácter paródico en lugar de cubrir con comedia la base general de la novela, sino que el autor aprovecha las oportunidades para hacer el chiste correspondiente.
Pero tranquilos, porque el exceso de gracias no es tal para llegar a saturar. Es un humor fácil, pero no enervante de lo sencillo que pueda llegar a ser. No pretende reírse de nosotros por ser tan tontos por que nos haga gracia una u otra cosa que solo gustaría al reparto de Salvame, a Morán le preocupa sus lectores y no busca hacer el payaso para forzarnos una sonrisa desganada. Además como punto positivo no estamos ante comedia con fecha de caducidad. Muchas veces cuando leemos un libro cuyas coñas o gracias se basan en modas, personajes reales o circunstancias basadas en acontecimientos actuales tenemos la sensación de que aunque nosotros la disfrutemos, futuras generaciones no lo harán tanto, porque no cogerán ni la mitad de los chistes.
Morán sin embargo usa siempre personajes fictícios, y si bien aprovecha ciertas ocasiones para criticar campos como la política, la televisión y los deportes lo hace sin salirse de unos cánones ya predefinidos.

La trama de la novela esta muy bien hilada. Sus primeros capítulos son realmente buenos (casi tanto que hace pensar que a media historia el autor pierde fuelle) y saben captar la atención del curioso lector. Puede que a medida que avancemos la historia se vuelva más extravagante y acabe yéndose por derroteros que no esperábamos, e incluso se pueden encontrar un par de lagunas que hagan cojear a la historia. Ahora bien, si EL DIOS ASESINADO EN EL SERVICIO DE CABALLEROS pretende ser el debut de una serie de novelas protagonizadas por la detective Parabellum, el resultado es inmejorable. Mostrando lo que le interesa al lector pero manteniendo un buen puñado de incógnitas que puede, o no, ser resueltas en próximos títulos.

Si te gustan las historias sobre investigadores de lo paranormal pero te cuesta tomártelas en serio, puede que encuentres aquí una muy buena alternativa en tus lecturas. Ágil, sin pretensiones de ser lo que no pretende. Una lectura fresca y ligera como una caña y una tapa una tarde de verano.

Un último consejo: No leáis ninguna sinopsis que no sea la que viene en el libro (la que he copiado aquí), puesto que las que están publicadas en páginas webs, incluyendo la de la propia editorial, desvelan buena parte de la trama y os haría perder la sorpresa y a emoción de descubrir detalles y giros que oculta la historia

2 comentarios:

  1. hola! como siempre una espectacular reseña de lo que nos gusta. seguimos tu consejo. entrada espectacular!!!estas buhas no tienen miedo!!!

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  2. Interesante reseña... Has conseguido provocar mi curiosidad... Y oye, te aseguro que este no sería el primer libro que me compro tras leer tus reseñas.

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