martes, 30 de agosto de 2016

Reseña: LUNA. LUNA NUEVA de Ian McDonald



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

LUNA. LUNA NUEVA de Ian McDonald.

La gélida acritud del vacío. La letal lluvia radiactiva. El polvo que la recubre, tan viejo como la Tierra. La creciente debilidad de los huesos… O puedes quedarte sin dinero para agua. O para aire. O puedes caer en desgracia con uno de los Cinco Dragones, las corporaciones que dirigen la Luna y controlan sus amplios recursos. Pero te quedas, porque la Luna puede hacerte más rico de lo que eres capaz de imaginar…, mientras sigas con vida. 

Adriana Corta tiene ochenta años. Su familia dirige Corta Hélio. Han sobrevivido a las implacables guerras corporativas y a la peligrosa paz subsiguiente. Pero ahora esa paz se resquebraja. Es probable que Adriana tenga que morir, aunque no la matarán sus rivales ni la Luna. Sea cual sea su destino, sin embargo, Corta Hélio no morirá.

"Prepárate para una de las aventuras más épicas y emocionantes de la historia. Un viaje lleno de peligros, intrigas, traiciones,romance, batallas  y luchas contra los fantasmas del pasado de los protagonistas. Una carrera por la gloria y la sabiduría. ¡Emociónate con la saga destinada a llevarse todos los premios!, ¡JUEGO DE TRONOS EN EL INSTITUTO!"


Mensaje promocional para una imaginaria nueva temporada de "Al Salir de Clase"

Si, claro, reíros. Reíros hasta desgañitaros, hasta que os duela el estomago y no encontréis aire que meter en vuestros pulmones, pero mientras lo hacéis, tened en cuenta que comparaciones tanto o más absurdas que éstas adornan las contracubiertas (Y a veces la misma portada) de muchas novelas actuales.
No voy a meterme en camisa de once varas criticando la manera de hacer un trabajo, sobre todo porque desconozco totalmente el proceso de promoción que tienen un tipo u otro de obras literarias, pero contemplando ejemplos similares sí podemos deducir al menos que ni las editoriales miran por el buen gusto ni los encargados de crear tan sublimes frases son los más imaginativos y ocurrentes del mercado, los cuales parecen regirse por la moda... y ya.

¿Que la historia toca el terror con fuertes dosis de drama y personajes muy trabajados? Enhorabuena, para estos desalmados del negocio ya eres el nuevo Stephen King . Que lo tuyo es la novela erotica ¿No? Ve haciendo hueco para la obligada frase "Si disfrutaste con 50 SOMBRAS DE GREY, no podrás dejar de leerlo". Y por supuesto, el ejemplo que nos ocupa y donde se demuestra mejor que el talento crítico no se rige por captar al lector específico, sino a cuantos más mejor, y si les estás engañando peor para ellos, ya son mayorcitos para darse cuenta.
Si una historia tiene más personajes que los que puedas asimilar, tienen lugar varias rencillas familiares, luchas por el poder y alguna que otra muerte, el piloto automático de los responsables de marketing se pone en marcha y tiempo les falta para compararla con la obra de George R. R. Martin CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO, más conocida por los lectores más ocasionales como JUEGO DE TRONOS . Así no les sería difícil imaginar a estas mentes brillantes composiciones como " Falcon Crest es Juego de Tronos en California", "Breaking Bad es Juego de Tronos en Albuquerque" o "Son of Anarchy es Juego de Tronos con motos". Un san benito del que no se ha librado la nueva obra de Ian McDonald, LUNA NUEVA, cuya bonita edición no han dudado en afear con una leyenda tan falsa como de tamaño desproporcionado  que reza "Juego de Tronos en la Luna".

LUNA NUEVA, la primera parte de la trilogía LUNA no es Juego de Tronos, ni por asomo. Sus semejanzas con la épica y progresivamente soporífera obra de Martin se limitan a las citadas, lo que equivale a la comparación de un ladrillo con un zapato.

La premisa con la que parte la obra no es que destaque por su originalidad, pero no por ello resulta menos atractiva. La escasez de recursos y la correspondiente crisis económica a nivel global hace que sus habitantes se tengan que buscar la vida en terrenos cada vez más inhóspitos y exóticos, como por ejemplo la reciente colonizada luna y como en una competición por la gloria y la riqueza, explotada en busca del mayor de los bienes: el poder. 
Cinco familias, llamadas los Cinco Dragones destacan por encima de los demás en el monopolio de recursos, cada uno el suyo propio, buscando siempre el progreso, el mantenimiento de la tradición y de la estirpe, conviviendo entre ellas en una aparente paz... pero ya se sabe que este tipo de calma no suele durar demasiado.

Es mucha la expectativa que ha levantada esta nueva serie de McDonald, y ya no solo por la odiosa comparativa, sino por la cantidad de premios que en un ejercicio adivinatorio está destinada a llevarse, y claro, pecando de tópico, ser una de las mayores promesas de la ciencia ficción contemporánea. Sin embargo, a la hora de la verdad uno se da cuenta de que está ante una obra de público selecto, que busca un tipo de lector específico, y no creo que sea el lector ocasional que presume de llevar una camiseta de la familia Stark y pregunta incansablemente cuándo saldrá VIENTOS DE INVIERNO.
A nivel personal, lo que he encontrado en LUNA NUEVA es una obra con cosas buenas, a veces excepcionales y otras cosas regulares, tirando a desastrosas, y todo esto se resume en lo siguiente: LUNA es una historia mediocre ambientada en un mundo asombroso. 

McDonald  ha sabido crear un terreno lleno de matices y detalles, grandes y pequeños que engrandecen un trasfondo que podría dar mucho, muchísimo más de sí de lo que en conjunto terminamos encontrando.
Personajes, escenarios, costumbres y vestimentas son el resultado de la fusión de una infinitud de influencias de distintas culturas reales o inventadas y épocas, ya sean futuras, presentes o pasadas. Las distintas sociedades y ciudades que pueblan la superficie lunar no se quedan atrás a la hora de suponer un cóctel de referencias (y un reto al lector menos avispado) de todo tipo y tiempos, así como los sistemas gubernamentales, monárquicos, de justicia que no distan demasiado de las desarrolladas en el presente se mezclan con otras costumbres, rituales y resoluciones casi primitivas, lo que dota de nuevo a la luna de una personalidad propia y peculiar, de una sociedad creada no por uno sino por muchos y donde cada decisión cuenta, con un pasado en el que se indaga ligeramente, pero que invita a sumergirse a mucha más profundidad.

Como novela de ciencia ficción ambientada en el futuro, la tecnología posee un papel de gran importancia. Son muchos detalles los que se van nombrando y dejándose caer en la trama, avances técnicos y científicos que a veces confunden al lector, que cree que está leyendo una historia de fantasía dominada por la magia antes que una historia en una posible distopía de veracidad no muy lejana. Maravillas que ya son una realidad como cigarrillos electrónicos o impresoras 3D se juntan  con otros elementos que no son desconocidos pero se hacen reales como nunca antes. Un ejemplo de ello es el uso de familiares, hologramas de aspecto personalizable que acompañan a los ciudadanos lunares y que sustituyen cualquier sistema de comunicaciones o aplicaciones de gestión administrativa que puedan existir. Si, algo parecido a las criaturas de idéntico nombre que en los RPGs ayudan al héroe con sus habilidades especiales, pero con un máster en informática.

Estos y otros muchos detalles que no mencionaré por no entrar demasiado en materia son los que enriquecen poco a poco el mundo creado por Ian McDonald. Pero ocurre que a veces un bonito escenario no sirve de nada si la historia carece del mismo atractivo.

La trama de Luna no es que tarde en arrancar, es que no lo hace. LUNA NUEVA se toma muy en serio lo de ser la primera parte de una trilogía y lo hace convirtiéndose en una introducción de más de 400 páginas que describen el pasado y presente de la historia de LUNA, poniendo al lector en situación y preparándole para los acontecimientos futuros que decidirán el destino de la familia Corta Hélio, principal protagonista de la novela. O al menos intentándolo. 

Porque seamos sinceros, el primer contacto con la obra puede resultar confuso, extraño y algo desconcertante. Estamos ante una obra protagonizada entre otros por cinco familias, es decir, una novela coral con numerosos personajes, y aunque es evidente quienes llevarán la delantera en los papeles principales (Por su protagonismo y por supuesto por el trato que el autor les da, dotándoles de mayor personalidad y carisma), LUNA NUEVA sea posiblemente una de esas historias de usar papel y lápiz, de hacerse un mapa para no perderse y saberse situar geográfica y temporalmente antes de que sea demasiado tarde.

El choque de culturas también es algo que al principio puede resultar complicado de asimilar. Desde términos específicos sacados de distintas regiones, donde predominará el portugués, religiones nuevas y tradicionales e incluso las modas estéticas (por las descripciones que se realizaban me entraba la risa floja imaginándome a los habitantes de la luna vistiendo las prendas más estrafalarias de los armarios de Locomía, Alaska y Tino Casal), todo ello forma un combinado de sabor en ocasiones demasiado fuerte para el que no sabe lo que esperar. Por suerte a muchos de estos elementos no solo es fácil acostumbrarse a partir de cierto número de páginas, sino que además se le descubre cierto encanto que consigue que nos enganchemos a la trama con formas de las que el ritmo de ésta carece...

... y lo he intentado. He intentado seguir el ritmo que McDonald impregna a la novela, pero como comentaba con anterioridad, más que un libro, LUNA NUEVA parece una introducción del mismo, y tras la captación inicial el interés de la trama va decayendo, haciendo que uno sienta mas curiosidad por los nuevos elementos que se descubren de la cultura lunar que por el argumento en sí.

Y claro que estamos ante un mundo donde la paz se resquebraja y la muerte acecha tras cada esquina, pero LUNA NUEVA no es ni mucho menos una novela de acción llena de disparos, explosiones y duelos a muerte, y eso que los hay, pero en menor medida que el uso del arma en que los protagonistas son especialistas en su uso: la palabra. Con ella elaborarán trampas, conspiraciones, acuerdos, engaños y promesas. Cinco dragones, cinco familias enfrentadas por un único fin que no es sino el trono del liderazgo y la riqueza. ¿Juego de Tronos en la luna? Solo en el pensamiento más básico.

Aun con todo voy a concluir admitiendo que este primer encuentro con el escritor de ciencia ficción me ha gustado, y mucho. La falta de ritmo se ha visto compensado por un mundo lleno de imaginación y grandes ideas. Realmente no llega a aburrir si no estas constantemente pendiente de un giro de los acontecimientos que haga acelerar la historia y su desenlace crea la suficiente intriga para no tener ninguna duda de que su secuela tiene sitio asegurado en futuras lecturas. Aun así insisto, LUNA NUEVA no es una space opera cargada de emoción y acción a raudales, ni una obra de Ciencia ficción Hard. Sí que tiene algo de especulativa y mucho de sistemas gubernamentales, comercio y economía y una dosis adecuada de romance bastante peculiar. Hablamos de una guerra sin cuartel que realmente tenemos muy presente cerca de nosotros. Una lucha por la gloria que a veces se parece demasiado a una batalla por la supervivencia.

¡Ah! Y no es Juego de Tronos. Ni en la luna, ni en Marte ni en Torrelodones.

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