lunes, 23 de octubre de 2017

Reseña: DE SOMBRAS Y BESTIAS. LA TRAVESÍA DE TEAM ICO de Mariela González y Daniel Matas.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

DE SOMBRAS Y BESTIAS. LA TRAVESÍA DE TEAM ICO de Mariela González y Daniel Matas.

El diseñador japonés Fumito Ueda es uno de los nombres propios del mundo del videojuego, cuya visión ha ayudado a definir el medio de manera clave en los últimos quince años. Tratando temas que entroncan con nuestra sensibilidad de modo universal, sus tres obras hasta la fecha, Ico, Shadow of the Colossus y The Last Guardian se han convertido en referentes de sus respectivas generaciones de consolas, han originado debates en torno al lenguaje del videojuego y han encendido la llama de la inspiración en numerosos creadores independientes.

De sombras y bestias: La travesía de Team Ico es un viaje cronológico, pero también un análisis íntimo y personal, en el que acompañamos a Ueda y a los equipos que reunió a lo largo de los años para dar forma a sus historias de épica, soledad, compañerismo y sacrificio. De la mano de Yorda, a lomos de Agro o siguiendo los pasos de Trico: emprende un viaje al interior de estas páginas y descubre los secretos de Team Ico.

Sería tedioso y complicado hablar de las muchísimas facetas de las que pueden presumir los videojuegos, sobre cómo un videojuego se relaciona con el jugador o como hace frente a la sociedad, la combate o la parodia. Podríamos buscar significados ocultos más allá del argumento preestablecido o hablar de su representación e importancia como trabajo artístico o educativo.

Os voy a contar un secreto que a más de uno sorprenderá: El mundo del entretenimiento multimedia no es solo GTA, Minecraft o Call of Duty. Son ejemplos como estos los que creo que en cierta manera han perjudicado el concepto del formato a nivel innovador, desvirtuando el modelo de aventura al que siempre se ha querido reflejar este modo de entretenimiento. No digo en ningún momento que sean malos títulos, ni que no hayan aportado nada a este pequeño mundo... pero hay que tener en cuenta que estamos hablando únicamente de la constante mejora de una formula ya existente.
Hablamos de un concepto que no tiene ni cincuenta años (aunque dependiendo de donde consultemos, estas fechas varían), que tanto en su apartado visual y sistemas de interacción ha evolucionado hasta cotas que solo imaginábamos como ciencia ficción y solo veíamos algo parecido en las películas. ¿Por qué entonces algo que muchos emparejan con el entretenimiento cinematográfico y el literario, que por su juventud aún no debería haber tenido tiempo de sacarse el pulgar de la boca, parece buscar desesperadamente una vuelta a sus inicios, a los conceptos que convirtieron a los videojuegos en lo que son en realidad? No solo hablo de la oportunidad de meternos en la piel de un héroe... sino sentirnos como tal. Y pocos juegos hoy en día consiguen hacer eso. No hay mas que ver Dark Souls y sus secuelas, que prescinden de cinemáticas y cuya historia es desvelada por medio de descripciones de los objetos que adquirimos o elementos escénicos, dejando al jugador todo el trabajo.



Recuerdo cuando disfrutaba de la Playstation 2. Por aquel entonces ya empezaba a notar esa falta de "algo" que no sabía definir. Devil May Cry, Resident Evil, God of War o Silent Hill eran sagas con las que siempre disfrutaba en cada nueva entrega, pese a saber que no eran sino reinvenciones de lo que ya conocía, avanzar, matar, mejorar armas, llevarse algún que otro susto... y al final, acabar la historia, una más de muchas, dejar el juego en la estantería y coger otro.

Shadow of The Colossus supuso un punto de inflexión en mi experiencia como jugador de videojuegos, similar en impacto, que no en emociones, al que sentí cuando jugué a Doom por primera vez. La pantalla me mostraba imágenes que en su momento no habría creído reales si no fuera porque las tenía delante, porque yo tenía libertad en el manejo de cámara. Esa sensación de insignificancia frente a escenarios y enemigos gigantescos borraban de un plumazo esa mentalidad que siempre tenía en mente de ser un superhéroe o un dios capaz de enfrentarse a cualquier cosa y a cambio te hacía preguntarte "¿Cómo coño pretenden que venza a esa montaña andante?. Su magistral banda sonora, ese compañerismo con Agro que te hacía pensar que no estabas ante un puñado de píxeles a tus ordenes, sino ante un ser vivo...

Razones estas de sobra para que el juego firmado por Fumito Ueda no solo se convirtiera en mi juego favorito de esa generación, sino que esa sensación perdura hasta el día de hoy. De igual modo este también es un motivo de peso para que pensara que sería imperdonable que un libro dedicado tanto a este juego como a ICO y The Last Guardian no diera la talla. Y DE SOMBRAS Y BESTIAS, la ha dado.

Aunque no faltan alicientes. Uno de ellos es su autoría, puesto que junto a Daniel Matas, este ensayo está firmado por Mariela González, escritora que ya ha demostrado su capacidad de sorprender escribiendo sobre mundos fantásticos ajenos o propios, como ya hizo con su novela HISTORIAS DEL CAMINO editada por Kelonia, obra que supuso una de las mejores lecturas del año pasado dentro del género, dejando además clara su preparación y su equipación para aventurarse en los inmensos mundos creados por Ueda.

DE SOMBRAS Y BESTIAS es un título que, reconozcámoslo, entra por los ojos. Héroes de Papel muestra su cariño por la historia de los videojuegos y el merito de los responsables de estos ofreciéndonos volúmenes preciosos, detallados hasta el mínimo detalle... Y una cosa hay que admitir, el consumidor multimedia no es que sea exigente (que lo es), es que es un cabrón que parece disfrutar destrozando al mismo tiempo que disfruta el trabajo ajeno, buscando cada mínimo error, regocijándose de ellos, y el Team ICO puede "presumir" de haber compilado un buen puñado de quejas y críticas negativas sobre uno u otro aspecto, pero más numerosas son las alabanzas por lo que sus obras han aportado al género, escribiendo líneas en la historia de la evolución de los videojuegos difícilmente borrables o que se puedan pasar por alto. Era necesario ofrecer un libro sobre este episodio en la historia de las videoconsolas que mereciera la atención de alguien que sabe lo que busca.



Y es que hablamos de un grupo de personas que solo nos han traído tres producciones en 16 largos años, por lo que llenar 200 páginas hablando de únicamente tres títulos, convirtiendo cada uno de ellos en un evento único e irrepetible es digno de elogio.
DE SOMBRAS Y BESTIAS se convierte en el mejor homenaje escrito en nuestro idioma al equipo de Fumito Ueda, evitando dentro de lo estrictamente necesario hablar de conceptos técnicos o logísticos y ahondando a cambio en los sentimientos, mensajes emocionales y en la forma de trasmitirlos mediante la forma del videojuego que a fin y al cabo es el modo de narrar que tiene la compañía. Mariela y Daniel diseccionan cada aspecto de cada título. Su trama, sus personajes, significados y conclusiones, cómo afrontan cada acontecimiento y peligro, la forma en la que la historia sumerge al jugador en un mundo de fantasía y el modo en que, mediante un sistema de sustracción le introduce en un medio de interacción envolvente, que sacrifica sistemas y datos a favor de un apartado visual e interactivo más profundo, menos dependiente de las cifras, barras o puntuaciones.

Hay un punto clave, un requisito que siempre busco cuando leo un ensayo de cualquier tipo, y a mi parecer es un aspecto esencial para comprobar que la narración no se limita a explicar, clasificar y enumerar, sino que busca trasmitir el complemento indispensable al conocimiento: La práctica, hacer que el lector quiera profundizar más allá de lo que se le ofrece, trasladar a imágenes y emociones y a ser posible a todos los medios posibles de los que se disponga, los temas que se encuentran en el texto. En definitiva, un buen ensayo es aquel que anima a investigar.
Conmigo DE BESTIAS Y SOMBRAS lo ha conseguido. No con ICO, ni con Shadow of the Colossus (aunque reconozco que sí ha empeorado mi reticencia a morderme las uñas por la espera de su remake para PS4). The Last Guardian siempre ha sido un asunto pendiente, una de esas aventuras que vas aplazando indefinidamente, ya sea por la diversidad de opiniones de los medios, desanimando o generando cada vez más curiosidad, o porque simplemente en ese momento quiera desempeñar un papel muy diferente al de un niño perdido acompañado de una bestia con pinta de pollo felino. Y sin embargo, mientras me acercaba al capítulo dedicado a dicho videojuego, la necesidad de montar a lomos de Trico se volvía cada vez mas imperiosa. Vale, reconozco que The Last Guardian no carece de fallos, al contrario, abundan y el presente libro no se las guarda. Más de una vez me he sorprendido gritando al niño que tenía frente a mí por tener manos de gelatina al no agarrarse a un saliente y precipitarse al vacío, insultando al inexistente controlador de cámara por su incompetencia o regañando a Trico por su ocasional desobediencia (Un detalle éste que terminé viendo no como un elemento que perjudicara la experiencia, sino que enriquecía el realismo y la manera de unir lazos entre dos personajes difícilmente comparable con experiencias anteriores o posteriores). Pero por encima de todo está su maravillosa historia, una trama que poco a poco va fortaleciendo una relación que debería ser imposible y que en su desenlace consiguió, y no me avergüenza decirlo, hacerme llorar como no lo conseguía ningún videojuego en muchísimo tiempo.



Todo ello, todas esas emociones, curiosidades y errores vienen reflejadas en el libro, narradas de manera que, quien haya sido seguidor de ésta compañía vuelva a echar de menos sus títulos y que para quien aún no se haya puesto en la piel de los protagonistas de sus juegos sientan necesidad por hacerlo, de notar el tacto de Yorda, Agro o Trico. 
Lo se, todo esto suena muy parecido a las directrices principales de las que se rige la publicidad, pero ¿Acaso no hay mejor publicidad que una carta de amor (en este caso un libro entero) a ratos apasionada, en ocasiones dolorosamente sincera que refleje los sentimientos que el Team ICO ha hecho aflorar en sus autores y por ende, en los demás jugadores?

DE SOMBRAS Y BESTIAS es un completo documento que no solo recoge aspectos de la trama o el apartado visual y artístico de los títulos comentados. Su banda sonora, la conexión entre los distintos mundos en los que se desarrollan, curiosidades, influencias de las que Ueda bebió y las que el mismo cultivó para otros, todos estos aspectos tienen su capítulo, culminando con una completa entrevista a Kenji Kaido, eso si, más centrada en el desarrollo de los videojuegos que en el trasfondo de los mismos. Sin olvidar una historia llena de drama y horror como fue la del proceso de creación de The Last Guardian.
Mariela González y Daniel Matas hacen una gran labor tanto de documentación como de desarrollo. Una narración ágil, amena pero no por ello carente de detalles, tratando cada resumen de cada historia como si de un relato de fantasía se tratara, y cada visión y punto de vista de cada jugador o creador en una aventura que se abre paso aún. 

Puede que si tuviera que resaltar alguna falta o queja, quizá mencionaría, y a regañadientes, el apartado dedicado al merchandising, no por ser innecesario, sino por abarcar más espacio del que considero oportuno, espacio aprovechable para incluir ilustraciones, concept arts o bocetos que, a mi parecer acercarían más a la representación artística de lo que se relata que las fotografías de figuras o cajas de los videojuegos. 

DE SOMBRAS Y BESTIAS no es solo la TRAVESÍA DE TEAM ICO, es el viaje que un grupo de personas lideradas por un artista como ellos emprendió a lo desconocido, conociendo los riesgos, afrontándolos y convirtiéndolos en sus aliados, ignorando si lo que marcaba el tesoro era una equis, un cuadrado, un círculo o un triángulo. Un tesoro que, lejos de apropiarse para sí mismo, compartió con una generación de jugadores que buscaban ya una nueva esperanza en un género que empezaba (y sigue a día de hoy) reciclando sus ideas más básicas y otorgando, ya no solo nuevas maneras de jugar, sino de sentir y emocionarse... y este libro recoge fielmente el testimonio, legado y, ...esperemos que no, testamento de un gran equipo que supo hacer historia.



1 comentario:

  1. Me imaginaba que te iba a encantar, y así ha sido. A ver si me lo pillo pronto, que le tengo ganas.
    Gran reseña, tío. ;)

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